Mundo ficciónIniciar sesiónEl silencio dentro de la camioneta era una manta espesa y sofocante, me presionaba pesado e insoportable podía oír el débil y agudo gemido del motor un zumbido persistente que vibraba a través del marco de metal, la tapicería de cuero tensada sobre los asientos crujía y gemía suavemente bajo la presión de mis dedos tensos y apretados.
Pero por encima de todo más fuerte que cualquier otra cosa estaba el eco del disparo reverberando dentro de mi cráneo lo vi una y otra vez repitiéndose en un bucle interminable el cuerpo del hombre cayendo desplomándose como si algún titiritero invisible hubiera cortado abruptamente todas las cuerdas que lo mantenían erguido. No hubo sonido, ni grito final, ni lucha, ni intento desesperado por recuperar el equilibrio solo cayendo un descenso flácido y sin vida todo innegablemente fue mi culpa. El peso de esa culpabilidad me aplastó. No! basta! no fue mi culpa no del todo! de todos modos fue suya de Alejandro fue por él por su ego deformado y sobredimensionado por su necesidad insaciable de controlar lo absolutamente todo de dominar cada situación y a cada persona. Necesitaba marcar su territorio como un animal salvaje reclamando la propiedad con brutal posesividad. No parecía poder tomar una respiración completa y satisfactoria mi pecho se sentía apretado constreñido. Mis ojos ardían con lágrimas No derramadas pero me negué obstinadamente a llorar no otra vez! no delante de él nunca más!!! No después de lo que acababa de ocurrir no por segunda vez desde que no sabíamos casado en estos últimos 12 meses crucé mis brazos con fuerza sobre mi pecho un débil intento de protegerme y miré fijamente por la ventana tratando de proyectar una imagen de indiferencia de desprecio despreocupado. Pero por dentro mi estómago se revolvía con una ansiedad nauseabunda y mi boca se secaba más con cada segundo que pasaba la sensación de sequedad intensificaba mi creciente pánico. Él no dijo una sola palabra. Eso era mucho peor Alejandro no necesitaba levantar la voz no necesitaba pronunciar una amenaza para hacerte saber que estabas en peligro inminente... Su silencio era un arma mucho más potente una hoja afilada y bien pulida que cortaba más profundo que cualquier acusación gritada cada segundo agonizante que pasaba sin una sola palabra de él era una cuenta regresiva invisible una progresión constante hacia algún infierno desconocido y aterrador. Cuando la camioneta finalmente chilló al detenerse no esperé a que nadie y mucho menos él me ofreciera la cortesía de abrir la puerta extendí mi brazo tiré de la manija y abrí la pesada puerta con un movimiento repentino y discordante. Salté al frío e implacable pavimento el frío helado quemó instantáneamente mi piel pero apenas registré la incomodidad no me importaba, ya no me importaba, nada. _Que ninguno de ustedes se acerque a ella!!! -ladró desde dentro de la camioneta- su voz una declaración glacial desprovista de calidez o inflexión que no admitía discusión ni disenso escuché el azote furioso de la puerta al cerrar... "Él venía detrás de mí" sentí cada par de ojos pertenecientes a los guardias silenciosos y siempre presentes fijados en mí sus miradas pesadas y evaluadoras. Los guardias generalmente tan estoicos e impasibles retrocedieron visiblemente dando un paso vacilante hacia atrás como si fuera una bomba volátil amarrada con dinamita y lista para explotar... En cierto modo lo era caminé directamente hacia la imponente mansión el sonido de mi propia rabia creciente rugiendo en mis oídos como un viento violento. Tenía la mandíbula tan apretada que me dolían los dientes me quité los tacones altos agarrándolos con la mano y sosteniéndolos con los dedos blancos y rígidos. Cada paso era una afirmación silenciosa y desafiante no me romperá, no me doblegará a su voluntad, no logrará destruirme. Sabía que me estaba siguiendo podía sentir su presencia como un fuego ardiente contra mi espalda Un calor palpable que irradiaba de él una amenaza tacita. _Ni siquiera pienses en cerrar la puerta con seguro!!! ¡¡su voz con un toque de acero finalmente me alcanzó cuando ascendía los amplios y sinuosos escalones de mármol que conducían a la entrada!!!. _¡Esta noche tú y yo dormiremos juntos!! -me detuve en seco toda mi espalda Se tensó cada músculo se contrajo como si fuera la cuerda de un arco estirada hasta su límite absoluto a punto de romperse bajo la presión!. Lentamente giré la cabeza brotando mi cuello hasta que pude mirarlo desde mi punto de vista en lo alto de la escalera.. _No Eres bienvenido en mi cama! le dije las palabras goteando veneno mi garganta áspera por la ira reprimida.. _Vete con tu pelirroja!!! ¡¡No encontrarás nada conmigo esta noche!! excepto absoluto desprecio, su sonrisa perezosa y burlona fue la gota que colmó el vaso el único e insignificante peso que finalmente me hizo perder toda pretensión de control.. Le lancé los tacones altos arrojandolos con toda la fuerza que pude reunir como si fueran proyectiles mortales. Un tacón golpeó la pared ornamentada con un fuerte crujido dejando una pequeña abolladura en el yeso. El otro pasó silbando cerca de su rostro rozando su mejilla.... Él no se inmutó ni siquiera parpadeó... _Eres un maldito psicópata!!! escupí las palabras cargadas de furia. _Y tú una maldita mentirosa y muy talentosa_ respondió como si estuviéramos entablando una conversación casual sobre el clima. _Hacemos una buena pareja admítelo!! _Nuncaa! Vete al infierno.. Me di la vuelta y corrí mi largo vestido se enredaba alrededor de mis piernas dificultando mi progreso Pero no me detuve empujé la pesada puerta de mi dormitorio y la cerré de golpe detrás de mí mis dedos temblaban mientras buscaba a tientas la cerradura tratando desesperadamente de accionarla. Tenía que cerrarla, tenía que hacerlo rápidamente, "demasiado tarde". La puerta vibró violentamente con un solo y poderoso empujón no estaba gritando no necesitaba hacerlo... Solo empujó implacable inflexible como todo lo demás en él ... _Alejandro vete no entres aquí!! _Abre la puerta Zara su voz era peligrosamente tranquila... _No me toques!!! te lo advierto seguirán pasando años antes muerta que acostarme con el asesino de mi padre y esta noche has matado a una persona inocente... _Ese enfermo lo que hiciste!!!- el segundo asalto aún más contundente me hizo retroceder un paso-. Era una mentira solo quería molestarte dije esperando que me creyera... _¡No me gusta que juegues conmigo! Dijo su voz baja y uniforme enviando un escalofrío de puro terror por mi espina dorsal el sonido más frío que el hielo. El golpe final y devastador astilló el marco de la puerta y envió la puerta hacia adentro me lancé hacia atrás tropezando con la gruesa alfombra cayendo pesadamente sobre mi espalda con el corazón alojado en mi garganta asfixiándome... Y entonces lo vi de pie en la puerta una silueta imponente contra la tenue luz del pasillo. Un depredador!!!! El lobo finalmente había llegado a la puerta y yo no importaba cuánto pretendiera hacerlo no era una cazadora. Yo era su presa la puerta se cerró con un golpe sordo aunque la madera había quedado astillada por la fuerza con la que la había empujado... Aún así encajó en el marco como si fuera la entrada a una celda. Alejandro la cerró con un giro pausado del seguro luego se quedó ahí de pie unos segundos más antes de acercarse lentamente.... El silencio pesaba como plomo en el aire cuando estuvo frente a mí se acuclilló sobre sus talones sin dejar de observarme. Yo seguía sentada en la alfombra con las piernas dobladas contra mi cuerpo respirando agitada sentía los latidos golpeándome en las sienes. Quería hablar gritar golpearlo pero no podía moverme solo lo miraba. _No tendrás nada más de mí!! -solté al fin con la garganta reseca Pero la voz firme.. _Ya acepté casarme contigo, te di eso, pero lo físico! eso no va a suceder! no importa cuánto tiempo esperes, sus ojos oscuros se clavaron en los míos sin parpadear... _Te he dado todo!! dijo con una calma que erizaba la piel. _Un techo, comodidad, tu estudi,o tu espacio. He esperado un año un maldito año lo único que te pido es que te entregues a mí voluntariamente!! _Eso no va a pasar!! repetí sintiendo la atención subir por mi columna _nunca!! Una sonrisa apareció en sus labios pero no era amable era la sonrisa de un depredador que ya olió la sangre quise escupirle la cara pero me quedé quieta congelada odiando lo que su voz me hacía sentir.. Se puso de pie con elegancia controlada como si no acabara de asesinar a un hombre como si no acabara de romper la puerta y de romperme a mí con su control. _Báñate!! ordenó sin mirarme _métete en la cama haré unas llamadas!! _no voy a acostarme contigo. dije en un murmullo se giró hacia mí con esa sonrisa torcida dormiremos juntos aeby como un verdadero matrimonio le guste o no pero no te voy a tomar a la fuerza y con eso salió de la habitación dejándome en la alfombra envuelta en rabia miedo y un nudo asfixiante de emociones que no sabía cómo deshacer.. Cuando la puerta se cerró tras él el silencio resonó en la habitación mucho más opresivo y pesado que su propia presencia... Me quedé sentada en la alfombra sintiendo la textura áspera contra mi piel inmovilizada por una mezcla de emociones turbulentas. Un temblor incipiente empezó a escalar por mis brazos una vibración sutil al principio que gradualmente se intensificó hasta llegar a mis dedos haciéndolos entumecerse ligeramente. No era simplemente miedo aunque el temor era una parte innegable de la ecuación, era una complejidad de sentimientos mucho más profunda y perturbadora.. Era una impotencia paralizante, una rabia hirviendo que me quemaba por dentro y una humillante sensación de haber sido atrapada en una intrincada red que yo misma había tejido creyendo erróneamente que podía provocar una reacción jugar con fuego sin tener que pagar el precio final.. Pero la realidad me había golpeado con fuerza había pagado y con creces y alguien más también arrastrado a este torbellino por mi imprudencia... Me levanté lentamente como si cada uno de mis huesos estuviera lleno de plomo sin fuerzas para moverme con agilidad y caminé al baño con pasos vacilantes sintiendo el suelo frío bajo mis pies descalzos... Cuando cerré la puerta tras de mí por puro reflejo por una necesidad instintiva de protección eché el cerrojo con un clic. Sabía perfectamente que no iba a detenerlo si él realmente decidía entrar esa era una verdad ineludible pero necesitaba desesperadamente sentirme en control de algo aunque fuera una simple y frágil ilusión. Me miré fijamente al espejo buscando algún rastro de mi antigua yo en el reflejo distorsionado. Tenía la cara enrojecida casi febril la piel hibridada y sensible y restos de maquillaje corridos se extendían como manchas oscuras alrededor de mis ojos haciéndolos parecer hundidos y cansados. Mis labios estaban hinchados y doloridos de tanto apretarlos en un silencio tenaz tratando de contener las palabras que se negaban a salir. El ring el manchaba mis mejillas como si hubieran sido trazadas por las manos frías y espectrales de un fantasma un recordatorio visible del terror que me había invadido. Me incliné sobre el lavabo sintiendo el borde frío contra mi estómago abrí la llave con un movimiento brusco y dejé que el agua corriera durante un momento observando cómo se arremolinaba y desaparecía por el desagüe. Luego me mojé la cara una dos tres veces salpicando con fuerza como si pudiera a través de la fricción y la frialdad arrancarme de encima La pesadilla de la noche la carga opresiva que me asfixiaba. Me desvestí sin pensarlo racionalmente guiada por un impulso visceral tirando el vestido al suelo con desprecio y furia como si fuera el culpable de todo. Entré a la regadera y dejé que el agua caliente me cubriera por completo sintiendo las gotas golpear mi piel pero no lograba calentarme realmente El calor era superficial incapaz de penetrar la frialdad interna sentía el frío por dentro un vacío gélido que se extendía desde el centro de mi ser entumeciendo mis emociones me quedé ahí bajo el chorro implacable apoyando una mano temblorosa en la pared cubierta de azulejos fríos dejando que el vapor empañara todo a mi alrededor creando una barrera visual entre yo y la realidad. Cuerpo, mente, corazón, todo estaba envuelto en esa bruma caliente un intento desesperado de escapar no va a tocarme me dije a mí misma susurrando las palabras como un mantra como si repetirlas con suficiente convicción pudiera volver las verdad conjurar una protección mágica... Me saqué despacio frotando la toalla contra mi piel con suavidad intentando ignorar la sensación de vulnerabilidad. Me puse un conjunto de satén negro que parecía diseñado específicamente para complacerlo una elección irónica y cruel. Estúpido!! no lo había elegido yo él me lo había regalado... Así que mejor me lo quité abrí uno de los cajones con manos temblorosas y saqué una camiseta ancha que usaba para dormir una prenda simple y cómoda que me recordaba la normalidad. Era mía no suya un pequeño bastión de independencia salí del baño minutos después sintiéndome ligeramente más limpia aunque no más fuerte la habitación seguía vacía inundada Por una luz tenue y fantasmal me metí en la cama buscando refugio en la oscuridad Me arropé hasta el cuello con las sábanas suaves sintiendo el tejido contra mi piel y me coloqué deliberadamente de espaldas al lado donde sabía que él dormiría creando una barrera física y emocional. No quería dormir no podía cerrar los ojos y rendirme al sueño sabiendo que él estaba cerca. Minutos después que parecieron horas escuché el sonido casi imperceptible de la puerta abriéndose. Silenciosa, precisa, un movimiento calculado y deliberado. Sus pasos eran suaves casi felinos pero inconfundibles reconocería ese ritmo en cualquier lugar el colchón se hundió levemente cuando se sentó en el borde de la cama a mi espalda. No dijo nada al principio, no se acercó respetando al menos la distancia física solo se descansó con un movimiento lento y deliberado se quitó el saco dejándolo caer sobre una silla podía sentir su calor irradiando a través del espacio que no separaba una presencia opresiva a pesar de la falta de contacto no me tocó Pero sabía que estaba mirándome escrutándome. Mi espalda estaba rígida como una tabla tensa y dolorida fingía que dormía intentando relajar mis músculos, pero mi respiración era demasiado rápida demasiado superficial delatando mi ansiedad. Y entonces su voz resonó en la oscuridad grave y profunda rompiendo el silencio tenso. _No voy a tocarte aún!! -un escalofrío helado me recorrió entera contrayendo cada músculo de mi cuerpo! _Pero te acostumbrarás a mi cama, Zara. Como a todo lo demás! no respondía su provocación no le daría la satisfacción de una reacción no le mostraría mi miedo. _Y cuando dejes de odiarme, "susurró su voz ahora muy cerca de mi oído enviando otro escalofrío por mi columna vertebral" _vas a rogarme que no me detenga! -apreté los ojos con fuerza hasta que vi destellos de luz detrás de mis párpados cerrados. Mordí el labio inferior con tanta fuerza que sentí un sabor metálico a sangre en mi boca una autolesión sutil para mantenerme enfocada. No! no iba a ceder a su manipulación. No a él, no así!! me negaba a convertirme en la víctima que él deseaba pero por dentro en lo más profundo de mi ser una vocecita persistente y aterradora me susurraba que él creía cada palabra que había dicho.. Estaba acostada, con el cabello a un húmedo extendido sobre la almohada sintiendo la humedad contra mi piel y la camiseta alrededor de mi cuerpo cubriéndome hasta las piernas en un intento desesperado de proteger mi intimidad. El cuerpo me ardía pero no era por el agua caliente de la ducha sino por la rabia contenida que bulía en mi interior una furia hervida que estaba a punto de estallar... Mañana trasladarán tus cosas a mi habitación soltó sin preámbulos con esa voz grave y rasposa que me raspaba los nervios encendiendo una chispa de rebelión en mi interior. Abrí los ojos lentamente y lo miré de reojo sin mover el resto de mi cuerpo.. _Disculpa? mi tono fue gélido cortante diseñado para herir. _Escuchaste bien!! se giró completamente hacia mí desabrochando los primeros botones de la camisa con un gesto displicente. _Esta cama es muy cómoda. pero no tanto como la mía! y tú... tú no vas a seguir durmiendo aquí sola como si fuéramos extraños como si no estuviéramos Unidos por este matrimonio. Solté una risa vacía seca y amarga desprovista de humor. _Y si no quiero?_ me clavó la mirada con una intensidad que podía quemar... No respondió de inmediato prolongando la atención.. Se acercó al borde de la cama con una lentitud amenazante y me miró desde arriba con una expresión implacable como si pudiera doblegarme con la simple fuerza de sus ojos. _ No te estoy preguntando!!! Zara, te estoy informando sentí como mi mandíbula se pensaba involuntariamente un signo revelador de mi frustración..






