Alejandro
No fue necesario que alguien anunciara nuestra llegada, en el instante en que cruzamos el umbral del salón principal un silencio sepulcral Se apoderó del lugar era como si el aire mismo denso y cargado de expectación se hubiera contenido ahogando cualquier sonido al vernos aparecer el estallido de los flashes fue automático un frenesí luminoso que inundó el ambiente no eran para mí desde luego ya estaba acostumbrado a ese respeto teñido de temor que mi presencia inspiraba. No esta vez la razón de esa repentina agitación era ella. Zara Vestida como una deidad caída en desgracia una maldita diosa griega descendida del mismísimo Olimpo con el único propósito de doblegar a los hombres. El vestido de un gris sutilmente brillante gracias a la pedrería finamente bordada se avería a sus curvas con una insolencia exquisita resaltando cada contorno con una precisión provocadora. Su postura era impecable la espalda recta y elegante el cuello descubierto ofreciendo una visión tentadora de su piel tersa. El cabello castaño oscuro abundante y sedoso caía en ondas perfectas sobre un hombro enmarcando su rostro de una manera que solo aumentaba su aura de misterio. Sus ojos grises penetrantes y fríos como el acero escaneaban la sala con una intensidad que recordaba a armas cargadas listas para disparar, esa noche mi esposa era dinamita pura una bomba de relojería a punto de estallar. Y, por supuesto, todos la notaron. Los socios, los inversionistas, los socios los aliados del cartel, todos fueron atraídos como polillas a las llamas. Incluso Marcus Beltrán ese imbécil engreído con su sonrisa plástica y mirada laciva no podía apartar sus ojos del escote de Zara. La sangre me hervía en las venas sentí un impulso incontrolable de levantarme y partirle la mandíbula allí mismo de borrar esa sonrisa estúpida de su rostro. Pero me contuve, reprimiendo mi ira con un esfuerzo sobrehumano, en lugar de ceder a la violencia me limité a tensar la mandíbula y a deslizar mi mano alrededor de la cintura de Zara, reclamando la sutil pero inequívocamente como mi propiedad como el alfa que marca su territorio un gesto suave en apariencia pero letal en su significado. &Están babeando por ti_ "le murmuré al oído" con voz baja y áspera ese tono particular que sabía que le resultaba irritante a pesar de que parecía disfrutarlo en secreto. _Empiezo a pensar que traerte fue un error monumental_ ella respondió con una sonrisa dulce y venenosa al mismo tiempo una expresión que me advertía del peligro que entrañaba desafiarla.. _No era eso exactamente lo que querías? mostrarle al mundo entero que si tenías una esposa de carne y hueso y no un maniquí inflable escondido en el clóset para evitar el escrutinio público! _¿O es que ya no te gusta presumirme cariño? maldita sea esa lengua afilada era capaz de cortar más que cualquier cuchillo siempre encontraba la forma de dar justo en el blanco de desafiarme sin que nadie más lo notara... La cena avanzó lentamente entre copas de vino caro que apenas probé y conversaciones vacías que me resultaban tediosas. Pero en ningún momento aparté la vista de Zara, la vigilaba como un halcón atento a cada movimiento a cada interacción. Cada vez que alguien se acercaba demasiado a ella o se atrevía a hablarle con una confianza que consideraba inapropiada mi mano casi por reflejo encontraba la suya o se posaba firmemente en su cintura como un recordatorio silencioso pero ineludible ella es mía no te atrevas a olvidarlo... Pero ella por supuesto parecía deleitarse con mi frustración no hacía más que provocarme con sus visitas socarronas sus respuestas medidas y ambiguas sus miradas desafiantes.. Entonces, como si estuviera escrita en el guion de una pesadilla, la pelirroja apareció Alexia alta con una figura que rozaba lo criminal con curvas peligrosas y un vestido rojo que parecía tejido con pecado una prenda ceñida que prometía más de lo que revelaba... Camino directamente hacia mí, ignorando a Zara como si fuera una figura decorativa un mueble más en la sala.. Se acercó tocó suavemente mi hombro me susurró algo al oído y casi sin darme cuenta me puse de pie, no era porque lo deseara; ni porque sintiera la menor atracción por ella, sino porque esa mujer poseía información delicada información que no podía esperar, información que era crucial para mis negocios.. Te molesta si hablo un momento con una antigua amiga le pregunté a a Eddy adornando mis palabras con mi mejor sonrisa hipócrita una máscara de cortesía que apenas ocultaba mi fastidio... Ella simplemente alzó una ceja su expresión imperturbable como si nada de lo que estuviera sucediendo le afectara en lo más mínimo.... _Por supuesto que no cariño diviértete Pero no tardes demasiado A menos que planees revolcarte en la alfombra como un perro en celo. Una sonrisa involuntaria curvó mis labios Dios esa mujer iba a matarme algún día lo presentía en lo más profundo de mi ser. Caminé con Alexia por el pasillo lateral alejándonos de las miradas indiscretas y los oídos curiosos. Una vez a salvo de la atención ajena me entregó lo que traía una pequeña memoria USB, cargada con información confidencial sobre un posible infiltrado entre mis filas alguien que estaba traicionando mi confianza. Un negocio rápido sin rodeos sin sentimentalismos tardamos como unos 10 minutos para darle indicaciones de nuestro próximo encuentro con más información pero luego una idea se gestó como un veneno en mi mente... _Sal ajustándote el vestido, _perdón? hazlo!!!! le ordené quiero que mi esposa lo vea ella!!!! obedeció no sin una sonrisa que decía que entendía perfectamente lo que estaba haciendo... Yo salí después arreglándome el cinturón. No dije una sola palabra pero vi como a Zara me vio cómo se le tensó la mandíbula, cómo su pecho subía y bajaba más rápido cómo me maldijo en silencio, pero el rubor carmesí que le subió desde el cuello hasta las mejillas inundando su rostro de una calidez inusual fue mucho más elocuente que cualquier escena de celos más revelador que cualquier grito o reproche.... Tranquilidad pero sus dedos apretaban el tenedor con una fuerza descomunal como si quisiera doblegar el metal a su voluntad o simplemente clavarlo por debajo de la mesa directamente en mi miembro más preciado... Sus labios estaban rígidos tensos casi blancos y sus ojos normalmente tan penetrantes y seguros estaban clavados en su plato como si deseara atravesarlo con la mirada reduciéndolo a polvo. Me senté de nuevo a su lado incliné ligeramente la cabeza hacia ella con una media sonrisa en los labios y le murmuré al oído estás absolutamente preciosa cuando finges que no estás a punto de explotar... Ella no respondió ni una sola palabra, pero esa rabia contenida ese fuego furioso, que chispeaba peligrosamente en sus ojos grises me tenía completamente obsesionado, porque zara no era la esposa sumisa y obediente que todos los demás creían que era. Era un demonio envuelto en seda y encaje una fuerza de la naturaleza vestida de gala... Y yo yo era el desgraciado imprudente que la había desatado el idiota que había abierto La jaula y liberado a la bestia sabía que a Eddie era hermosa una belleza que cortaba la respiración sabía que sería el centro de atención el foco de todas las miradas, por eso mismo la había traído, por eso la había vestido como una maldita diosa invirtiendo una fortuna en ese vestido que parecía esculpido directamente sobre su piel.. Para callar bocas para aplastar rumores para marcar territorio de forma definitiva para que todo el puto mundo supiera que la señora no era un mito, ni un fantasma, ni mucho menos una debilidad. Era mía, exclusivamente mía. Pero a pesar de todo mi conocimiento y mis cálculos no estaba preparado para esto, desde el momento exacto en que bajó del auto con ese vestido gris abrazando cada curva perfecta que Dios le había concedido, ese trasero maldito y redondo que desafiaba la gravedad, las caderas suaves y sinuosas su piel pálida brillando bajo las luces como si estuviera bañada en polvo de estrellas todo se detuvo... El tiempo pareció suspenderse el aire, se volvió más denso y el mundo se sentó únicamente en ella y no solo para mí aunque me gustaría creer que era el único afectado, lo vi; fui testigo de ello con mis propios ojos, las miradas las ibas y admirativas los murmullos ahogados y los suspiros de deseo los hijos de puta con esposas al lado, mujeres hermosas, y arregladas que no podían dejar de mirarla con una codicia descarada como Zara fuera un puto postre exclusivo una tentación irresistible que estaba prohibida. Y ella claro fingiendo con una maestría que me exasperaba la esposa perfecta sonrisa elegante y discreta la mano apoyada suavemente en mi brazo esa falsa dulzura que solo yo sabía que ocultaba un veneno letal una acidez capaz de corroer el acero. Estás disfrutando esto demasiado les susurré entre dientes apretando la mandíbula mientras posábamos para las cámaras transmitiendo la imagen de un matrimonio perfecto y feliz... _Y tu no...! Me respondió sin siquiera dignarse a mirarme a los ojos su tono dulzón ocultando la ironía mordaz la burla apenas contenida. Una actriz maldita una excelente actriz pero todo empeoró aún más cuando Marcus Beltrán El rey de los idiotas engreídos se acercó a nosotros. El muy bastardo no dejaba de verla de admirarla con una obscenidad que me ponía los nervios de punta, le hablaba a ella No a mí.... Se dirigía a Zara como si yo fuera invisible como si no existiera.!! Y lo peor de todo es que a Zara se reía se reía de sus chistes estúpidos de sus cumplidos baratos se reía y ahí supe con una certeza implacable que estaba jugando... Que estaba comenzando, una guerra silenciosa una batalla campal que se libraría bajo la superficie entre sonrisas y cortesías entre miradas y silencios. Creíste que tendrías una esposa sumisa, y obediente Alejandro? Te equivocaste!! De infierno, la cena seguía y yo no dejaba de provocarla, le serví vino la toqué de más, le susurré en voz baja, ella no dijo nada pero el rubor subiendo por su cuello el brillo rabioso en sus ojos... Esta mujer esta maldita víbora era todo lo que nunca supe que necesitaba. Porque no se rendía porque me hacía querer aplastarla y protegerla al mismo tiempo entonces ella se levantó. _ A dónde crees que vas? le dije sujetando su muñeca.. _Me vas a seguir al baño también? me escupió altiva con esa lengua afilada... Lancé una mirada a uno de mis hombres. _acompáñala_ ella puso los ojos en blanco como si yo fuera un capricho barato. La vi desaparecer por el pasillo pero no aparté la vista pasaron minutos y cuando regresó el mundo tembló vino caminando como si el infierno la hubiera tocado y le hubiera gustado. Se limpió las comisuras, de los labios con sus dedos de manera lenta y luego lamió sus labios y detrás de ella un cabrón!!! del catering joven, arreglándose el cierre del pantalón. Se disculpó en voz baja y le sonrió. Y yo, me congelé.. La furia me subió por la garganta como ácido caliente... Y vi rojo, alguien volvió a su asiento con una sonrisa de satisfacción una que decía esto también puedo hacerlo yo.. Y yo, El monstruo que soy despertó con toda su maldita fuerza, ella no tenía idea. En qué tipo de fuego estaba bailando pero lo sabría muy pronto, se sentó con esa maldita sonrisa en los labios deslizarse en su asiento como si no acabara de escupirme en la cara como si no acabase de salir del pasillo con ese cabrón, ajustándose el pantalón ahí se arregló el cabello con un movimiento lento como si quisiera asegurarse de que la viera a hacerlo. De nuevo se pasó la lengua por la comisura de los labios con una elegancia ensayada mentirosa peligrosa letal _Estás bien?. Preguntó, con esa voz dulce fingida yo solo asentí controlando cada músculo del rostro la mandíbula tan apretada que sentí un pequeño crujido en la sien.. Pero la música empezó y las parejas se levantaron, para el baile protocolario mis socios esos hipócritas hambrientos de escándalos ya no podían apartar la mirada de Zara Mis socios esos hipócritas, hambrientos, de escándalos, ya no podían apartar la mirada de Zara uno de ellos un bastardo italiano sin límites le levantó la copa desde su mesa y le sonrió ella respondió con una sonrisa. Me ardieron las entrañas. _vamos a bailar!! girando el rostro hacia mí con esos ojos grises que ardían de desafío.. _No_!! mi respuesta fue seca tajante cortando el aire entre nosotros. Ella levanto una ceja, una burla contenida, en ese gesto mínimo se giró al frente pero pude notar cómo se tensaban, sus mejillas, frustración, querías mi atención... Ya la tienes... En forma de furia contenida. Durante la cena apenas probé bocado ahí seguía sonriendo hablando con los de la mesa como si no estuviera a punto de ser tragada por un infierno que ella misma había provocado. Yo en silencio no dejaba de maquinar su risas sonó como un disparo en mi pecho el tipo a su izquierda le había contado algo gracioso tocó su brazo ella no se apartó toqué el borde de la copa con el dedo mi mirada viajaba desde su cuello, su mandíbula, su boca, hasta los dedos de ese hombre. Quise romperle los dedos uno por uno con calma finalmente el evento terminó se anunciaron las donaciones las cámaras giraron hacia nosotros todos esperaban la salida triunfal de los donadores, y la obtuvieron al menos de cara al público. Subimos a la camioneta blindada mi mano en la espalda baja de Zara como debía ser, sonriente, impecable, pero en cuánto se cerró la puerta el silencio fue palpable.. El vehículo rodeó el edificio hasta la parte trasera y allí dejé caer la máscara sin decir palabra la tomé de la nuca firme rápido el sonido de su respiración cortando se me produjo un escalofrío en el pechonosotros _Recuerdas al hombre que le hiciste una mamada? _susurré en su oído sin mirarla con los ojos fijos en los empleados que seguían trabajando frente a nosotros. Y como sus pupilas se dilataron su cuerpo se tensó como si la electricidad le recorriera los huesos _Quieres ver lo que hago cuando alguien toca lo que es mío? Intentó zafarse no lo permití ni agarré era firme ella no se movería sin mi permiso. _Fue una mentira!!! susurró con pánico en la voz.... _Solo fue una escena Alejandro! no pasó nada!!! quería devolverte lo que tú hiciste con esa pelirroja yo no no le toqué no no hice nada. Mentía o tal vez no! ya no importaba, conmigo nadie juega, hice una seña con la cabeza mi jefe de seguridad desde el asiento delantero giró hacia mí conocí a ese gesto abrió el compartimiento lateral y me ofreció el arma en obediencia silenciosa. aire palideció al verla en medio de la oscuridad del callejón con los empleados subiendo mesas losa y el resto del mobiliario del evento y la noche devorando la ciudad ella supo que esa escena que pensó era solo un juego había terminado y que estaba a punto de pagar el precio. Llévensela murmuré con un filo en La voz, dos de mis hombres bajaron al instante rodeando la puerta trasera Zara intentó resistirse pero sus tacones no podían competir con las manos de dos tipos entrenados para obedecer sin dudar. La sujetaron con firmeza pero sin lastimarla aún _Alejandro por favor!! no lo hagas.. Su voz se rompió al ser bajada de la camioneta yo descendí con calma el arma oculta tras mi saco caminé lentamente como un depredador que ya tiene asegurada su presa. Zara gritaba mi nombre, desesperada, rompiendo su tono firme la dejé atrás que viera que lo grabara en la retina. Que nunca olvidara lo que pasa cuando juega conmigo _Escúchame!!! no fue real era solo fue para molestarte. su voz se volvió más aguda. _El no me tocó!! _El mesero estaba con otra mujer una mesera, revísalo las cámaras, solo salimos casi al mismo, tiempo pero no era yo no lo toqué me detuve la miré por encima del hombro lágrimas en sus ojos miedo también. Real crudo Y por qué sonrío? pregunté apretando los dientes! Por qué te miró como si compartieran algo? era parte del maldito show yo solo aproveché el momento para hacerte lo mismo. Su voz temblaba Alejandro por favor no mis pasos continuaron más lentos calculados el callejón oscuro Pero uno de los empleados aún organizaba unas cajas era él.... El mesero lo vi alzar la mirada me reconoció todos lo hacían el miedo en su rostro era como un lienzo en blanco. Intentó erguirse con. La sonrisa que usan los que no saben Si saldrán con vida _señor? _Te divertiste esta noche? Pregunté deteniéndome a unos pasos el arma aún oculta tras mí. El frunció el seño confundido, _Alejandro no te juro que no pasó nada, ella se revolvía entre los guardias desesperada revisa las cámaras por favor.. Conmigo no se juega Zara!! no la miré, no hacía falta, mi voz era suficiente el mesero dio un paso hacia mí aún confundido levantando las manos como Si eso fuera a salvarlo. Y entonces el clic el seguro se desactivó la adrenalina subió como pólvora un gritó un sonido que cortó la noche en dos. Bang El cuerpo del mesero cayó sin gracia, como un saco de basura, los demás trabajadores desaparecieron en segundos no hubo gritos no hubo escándalo todos sabían Quién era Alejandro, a la camioneta mientras el rostro desencajado balbuceaba cosas que ya no me interesaban. Se lo advertí se lo dije muchas veces conmigo no se juega y ahora lo había aprendido al llegar a su lado la miré tome su barbilla y la elevé hacia mí quería verla a los ojos intentó soltarse Pero presioné mis dedos contra su piel para evitar que desviara su mirada. Nadie toca lo que es mío Zara, así que si llega a ver otro evento y quizás decido traerte y alguien te toca sea show o no tendrá el mismo destino, grábatelo!!! eres mía!!! sus ojos grises estaban inundados, las mejillas empapadas pero más allá del miedo y debajo de todo había rabia.