Aunque Michael efectivamente había recibido un impacto de bala, la herida no resultó ser tan grave como se temía en un principio. Afortunadamente, el proyectil no alcanzó ningún órgano vital, por lo que, tras recibir atención médica inmediata, pudo recuperarse en poco tiempo. No pasó mucho antes de que estuviera nuevamente de pie, decidido a retomar las responsabilidades que recaían sobre sus hombros en el contexto delicado y peligroso en el que se encontraba.
Mientras tanto, Rowan —que ya había emprendido el viaje hacia Estados Unidos en un vuelo privado— aún no tenía noticias completas de la evolución del estado de su hermano. Michael, sabiendo que su hermano estaba por aterrizar, se dirigía en ese preciso momento al lugar donde el avión privado aterrizaría, con el fin de recibirlo personalmente.
En el trayecto, Michael viajaba en la parte trasera de un vehículo de alta gama, acompañado únicamente por su chofer. Aunque ya se encontraba bastante mejor de la lesión, aún llevaba el bra