C63: Te recuerdo.
Rowan se alejó del interior de la galería y se dirigió hacia la parte trasera, una zona que no era un jardín propiamente dicho, pero que ofrecía una pequeña salida al aire libre, adornada con algunas plantas en macetas elegantes, un suelo de piedra pulida y un par de bancos de hierro forjado. A pesar de la noche, el tiempo era templado, y allí, apartado del bullicio de los invitados y las luces interiores, Rowan contestó la llamada que interrumpió su conversación con Nadia.
Desde donde estaba, aunque no podía escucharlo, Nadia lo seguía observando discretamente a través del ventanal que conectaba con el espacio exterior. La expresión de Rowan, antes tan serena y cortés, se había transformado. Sus facciones se tensaron con seriedad y por un instante pareció que una sombra atravesaba su rostro. Tenía el celular en el oído, y aunque su voz no llegaba hasta Nadia, ella podía ver el movimiento de sus labios.
No estaba segura de si era su mente jugando con sus sentidos, pero le pareció leer