C177: Esto es lo que siempre quise.
Jared avanzó hacia la habitación donde Nadia permanecía, y al entrar, no emitieron sonido, ni intercambiaron palabra alguna. Los gritos de Indira aún retumbaban en la memoria de la casa, una voz tan estridente y dominante que hubiera sido suficiente para alertar a los vecinos. Sin embargo, ahora todo había quedado en un silencio abrumador. La expulsión de Indira y Killian había dejado un vacío que contrastaba de manera brutal con la intensidad anterior. Cada respiración, cada mirada, parecía amplificada en la quietud de la habitación.
Jared se detuvo en el umbral, observando a Nadia sin articular ninguna sílaba. Luego giró, cerró la puerta con llave y se dirigió a la sala, donde se sentó en silencio. Siempre había creído que su interés por Nadia era algo secreto, una fuerza que nadie había notado realmente. Pero ahora sabía que todos habían percibido su obsesión, y lejos de incomodarle, aquello parecía fortalecer su determinación. Que Indira lo supiera, que Killian lo hubiera entendid