C13: Que no sea Nadia.
Rowan observó detenidamente el gesto de Jared y se percató de su repentino silencio.
—Continúa.
Esa sola palabra, tan sencilla en apariencia, tuvo el efecto de una campana que resuena en medio de una niebla espesa. Jared parpadeó, regresando lentamente del laberinto interno en el que se había extraviado por un segundo.
—Ah, sí… quiero decir… Las únicas que no están incluidas en la lista son mi esposa, mi hija… y mi madre.
Rowan asintió con lentitud, como si dejara caer esa información en un río de pensamientos que ya corría con fuerza bajo la superficie de su aparente serenidad.
—Muy bien. Entonces, te pediré que vuelvas a revisar la lista con detenimiento. Que recuerdes, uno por uno, los nombres, los rostros, las presencias. Habla con tu esposa, habla con tu hija, y tú mismo, tómate el tiempo de repasar cada nombre que incluiste. Quiero que lo vuelvas a hacer todo desde el principio. Y cuando termines, vuelve a enviársela a mi secretario. ¿Me has entendido?
—S-sí… claro. Lo haré —res