La calma dura poco. Apenas unas horas de silencio antes de que todo explote… otra vez.
Los noticieros aman la guerra, y Clara ha aprendido a encender incendios con una sola entrevista, con un comentario cuidadosamente sembrado, con una media sonrisa que insinúa más de lo que dice.
Pero esta vez, Liam no piensa esperar.
Y yo… estoy empezando a entender que cuando se trata de nosotras, ya no finge.
Porque nadie juega con su familia.
—Hoy asistirás conmigo al evento de la Fundación Harper —me dice sin mirarme, mientras se ajusta el reloj en la muñeca.
Yo parpadeo, sorprendida.
—¿La gala en el museo de arte?
—Sí.
—Liam… ¿estás seguro? Después de lo que pasó, ¿no sería mejor esperar?
Él alza la mirada. Su tono es firme, implacable.
—No vamos a escondernos, Zoé. No después de lo que hicieron con las fotos de Camila. Esto no es solo un escándalo. Es una amenaza. Y la vamos a enfrentar.
Trago saliva.
La Fundación Harper es uno de los eventos más cubiertos por la prensa del país.