Un silencio incómodo cayó sobre el salón tras la noticia de Stefano. Todos aplaudieron por cortesía, algunos con sonrisas suaves y otros —como Nonno— con una ceja alzada, sin saber si alegrarse del todo. Melissa miró discretamente a Bruno, pero él no aplaudió. Mantenía la espalda recta, el rostro sereno… casi inexpresivo.
Elena, en cambio, se aferró al brazo de Stefano como si necesitara afirmarse, como si el anuncio la hiciera más fuerte frente a todos. Observó a Melissa fugazmente, como esperando una reacción… pero Melissa solo bajó la mirada hacia Luca, quien jugaba con su corbatín.
—Tengo una relación estable con Elena desde hace un tiempo —dijo, mientras sostenía con firmeza la mano de la joven—. Y quería informarle a mi familia y al nonno que es lo más importante para mí, que nosotros… también nos casamos.
Stefano seguía hablando, agradeciendo el apoyo familiar y lanzando indirectas sobre el amor y la madurez, como si se defendiera anticipadamente de cualquier crítica y Melissa