La semana fue un relámpago.
Después de la llegada de Bruno, todo se hizo más ligero para Melissa, ir al trabajo, estar con Luca por las tardes y noches, sobre todo las noches largas con Bruno.
Pero lo único que no iba a ser nada ligero, era hablar con Javier.
—Necesitamos hablar, y es urgente, aunque sea por videollamada.
Hubo un silencio detrás del auricular, mientras Melissa tocaba algunas telas.
—No sabes el trabajo que tengo, y también tengo una noticia para darte —ella frunció el ceño y se sentó.
—¿De qué se trata?
—Literalmente soy el Ceo, el gerente general de todo lo que maneja Víctor y su sociedad con Bruno aquí en Estados Unidos. Eso… sin mencionar que si me necesitan en otro país…
Melissa puso la mano en su boca sin poder creerlo.
—Javier… —Esto es grande.
—Más de lo que imaginé, es algo que… —Él hizo una pausa—. Jamás pensé que lograría algo así, Meli.
Melissa negó tan emocionada por él que deseaba tener frente a ella para abrazarlo y felicitarlo como se debía.
—¿Quién po