Capítulo 5

Al día siguiente, el sol radiaba en lo alto, y su luz, filtrándose a través de la exuberante vegetación de la zona residencial, traía consigo la claridad de un cielo recién lavado por la lluvia.

Miranda abrió los ojos e intentó incorporarse apenas un par de centímetros, pero volvió a dejarse caer sobre la almohada.

Un brazo firme le ceñía la cintura, inmovilizándola. No es que tuviera muchas ganas de moverse; sentía el cuerpo dolorido y una ligera hinchazón y un hormigueo persistente bajo el vientre.

Era curioso. Guillermo no era un hombre de apetito desmedido; antes, solía ser una o dos veces al mes, una resolución de necesidades sin grandes aspavientos, incluso perezoso para variar de postura. Anoche, sin embargo, había sido como si hubiera acumulado dos años de abstinencia y quisiera desquitarse de golpe, tomándola una y otra vez, en una faena que apenas había concluido a las tres de la madrugada.

«En la vida real, un hombre así sería considerado un experto en la cama, ¿no?» No est
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App