Dicen por ahí que donde hay tres mujeres, hay drama asegurado; y con Miranda, Bianca y Estela juntas, el espectáculo bien podría ser una telenovela de espías y amigas entrañables ambientada en los años veinte.
Sofía aún no había movido un dedo para cruzar el océano, pero Bianca y Estela ya tenían listas y bien pensadas las preguntas capciosas para acorralarla en la entrevista.
Como Bianca solo conocía a Sofía de oídas, por las constantes quejas de Miranda, y en teoría, Sofía no tenía ni idea de que ella era la mejor amiga de Miranda, Estela incluso le había asignado a Bianca el papel de espía: infiltrarse en territorio enemigo para averiguar el verdadero motivo de su regreso y cualquier plan B que tuviera.
Solo que interpretar ese papel era demasiado complicado y existía un alto riesgo de que todo se fuera al traste en el intento, así que Miranda y Bianca votaron en contra de la idea.
Mientras las tres, con sus libretos de villanas consumadas, no paraban de criticar a Sofía, la sesión