—Ya te dije que fue un malentendido. Ni siquiera me acuerdo cómo se llama esa mujer. ¿De qué sirve que me preguntes?

Preguntarle a ella sobre esto era inútil. Lo único que había entendido de todo el asunto era que Guillermo no la había engañado. El resto no lo sabía, ni le importaba.

Pero Bianca sí conocía todos los detalles. Cuando el fotógrafo se hizo cargo de la sesión, les contó a las dos amigas algunos “extras” de la historia: básicamente, cómo Brenda había armado el escándalo y el terrible final que tuvo.

—Era una chica que parecía tener futuro, pero mírala ahora, vetada. Es que, ¿a quién se le ocurre meterse con Bruno? Ese niño es súper rencoroso.

“Además, una vez que estas chicas prueban la fama, es imposible que dejen el medio para buscarse un trabajo de oficina. En fin, su futuro se ve muy difícil.

Estela recordó a la tipa que le había bajado a Ernesto, y no sintió ni un poco de lástima.

—Pues ella se lo buscó —comentó. Hizo una pausa y luego preguntó por otra cosa—: Oigan,