Sibelle
- Es una larga historia, ¿quieres alojarme por unos días? ¡Es realmente urgente!
- Sí, ¿cuándo vienes?
- Hoy, ¿estarás en casa?
- Actualmente estoy en clase, ¿te olvidaste de tu horario? Tenemos clases esta mañana. Pero, me saltaré la clase por ti, ¿todavía puedes reconocer el camino a casa?
- Sí, ¿nos encontramos allí en dos horas?
- Muy bien, si llegas, la llave está escondida debajo de las macetas.
- De acuerdo, gracias, hasta luego.
- Chao, bebé.
Cuelgo y regreso sobre mis pasos, lo más difícil está por venir: convencer a este cabezón de que me acompañe.
Tan pronto como entro en la tienda, doy unos pasos y me encuentro con el primer guardaespaldas, ese es como un chicle. Me sigue a todas partes.
- ¿Dónde estaba, señorita? El señor acaba de llamar, no puede comunicarse con usted.
- Mi teléfono se quedó en el probador. Voy a devolverle la llamada.
- Muy bien, señorita.
Voy a encontrar a Andréa y ese idiota está justo detrás de esa puerta.
- ¿Qué haces detrás de la puerta? ¿Q