—Señor De Lucca, lamento la hora un poco tardía, pero es nuestra obligación comunicarle que, lamentablemente, su padre ha fallecido hace pocos minutos. Dejaremos el cuerpo en la habitación para que lo visiten antes de llevarlo a la morgue para la preparación del funeral. ¿Está de acuerdo sobre cómo actuaremos?
Shock.
Su mente se quedó en blanco.
Parado en una esquina bastante transitada, no supo qué pensar. ¿Qué se pensaba en esos casos? Le habían advertido que podría pasar, pero siempre trató de ser positivo en ese aspecto y esperar la recuperación de su progenitor. Ese viejo era un roble eterno para él.
Aunque ahora sabía que fue en vano esperar alguna mejora cuando cada vez lo veía más desmejorado, herido y sin haber vuelto a despertar. Solo unas máquinas de última generación que costaron una fortuna lo mantenían con vida, pero ya no.
Todo terminó y el trabajo de las máquinas también.
No obstante, el balde de agua fría no pasó inadvertido ante las palabras del doctor que seguía esp