—Buenos días, señores De Lucca —comenzó a decir el director médico—. Los hechos sucedidos aún no los sabemos con claridad; suponemos que se trata de un accidente. Pero, puesto que no es nuestro espacio, solo les hablaré de lo sucedido en cirugía y de cómo va a continuar.
»Afortunadamente está vivo; no obstante, su estado sigue siendo crítico y delicado. Tuvimos que inducirlo a un coma farmacológico. Vuestro padre ha sufrido fuertes golpes que le han dejado moratones y laceraciones en todo el cuerpo, resultado del coche volcado a gran velocidad, atravesando parte del vidrio del parabrisas delantero. Presenta fractura del radio —el hueso externo del antebrazo—, fractura de clavícula, cuatro costillas, y parte de la cadera, que inmovilizamos; y la más importante y preocupante: una fractura craneal, por lo que tuvimos que intervenir para liberar la presión que ejercía...
»Tenía vidrios incrustados y un pequeño trozo de metal que alcanzó la masa cerebral, lo cual nos inquieta ante la posib