Leonel dormía profundamente, pero en cuanto llegó la notificación a su móvil, abrió los ojos de inmediato.
Bajó la mirada y, a la luz de la luna, contempló el rostro dormido de Silvina. Sus ojos se tornaron aún más suaves.
Amaba intensamente esa atmósfera, ese instante de calma.
Se inclinó y depositó un beso ligero en la frente de Silvina. Luego retiró lentamente su brazo y tomó el teléfono para leer el mensaje.
El mensaje era de Tomás:
"Señor Leonel, la procedencia de la foto ya fue confirmada. Ese día, la Señora Leonel, acompañada de su asistente, fue a ver a la madre de Wilson. Además, ya obtuvimos la grabación de la llamada; esta vez fue gracias a la ayuda del Señor Ruperto que pudimos conseguirla."
Leonel respondió con un simple "Mm".
Tomás continuó informando:
"La conversación demuestra que la Señora Leonel no fue a ver a Wilson, sino a su madre. La madre de Wilson afirmó que había venido a Inochi buscando a su hijo sin éxito, que le habían robado la cartera y no podía pagar la