Capítulo 7. Recuerdos.
Capítulo 7.
Recuerdos.
Está tan enojada, si su corazón late muy rápido de solo pensar en él; pasa el tiempo en el río, distraída, hasta que el sol empieza a caer. Al salir del agua, ella se cambia, se va a la cabaña, donde nota el desayuno que le preparó sobre la mesa sin tocar; ella cierra los ojos con frustración, toma la comida y se la da a los obreros, prepara la cena, solo para uno, y se sienta a comer cuando lo nota llegar.
La expresión de Ricardo es fría, indiferente; ella ni siquiera le dedica una mirada, termina con su comida, lava las ollas y camina a la salida, buscando aire puro. La noche es hermosa; Valentina se sube con una escalera al tejado, donde se sienta a admirar el hermoso paisaje de la hacienda, siendo invadida por los amargos recuerdos de su infancia.
*
Flashback.
—Eres un tonto, apresúrate, nos van a encontrar.
Valentina, quien tan solo tiene 10 años, se esconde detrás de un árbol viendo cómo todos los niños juegan, pero ninguno quería jugar con el