Jhared Rogers, CEO multimillonario, dueño de la famosa empresa “Rogers Visión” Una tarde de descuido, pierde a su pequeña hija en un horrible accidente que le quita la vida, causando en él noches de insomnio. Entre las cuales, su esposa, atormentada, decide marcharse luego de una desastrosa pelea que minutos más tarde causa su muerte en un terrible accidente de tránsito, donde los paramédicos no lograron encontrar su cuerpo, perturbando aún más a Jhared. Lista para dar un nuevo paso de independencia en su vida, Gina Fuentes, luego de haber sido rechazada en varios empleos, encuentra una jugosa oportunidad de salvar sus sueños, en un trabajo que jamás pensó aceptar. Ser la chica encargada de satisfacer las necesidades del multimillonario. Ella se verá envuelta en un mar de emociones al tratar de ayudar al atractivo CEO, mientras que él encontrará más noches de desvelos al desear tener un poco de calma, que lo envolverá en el camino del amor... Pero, ¿Podrá aceptar esta nueva oportunidad de enamorarse?
Leer más(Gina) Salgo al aire libre recibiendo la fría brisa, mirando a los lados en busca de Julia, y la veo a lo lejos hablando por celular. Camino rápido, pero al estar a pocos metros de ella, un auto se estaciona, y seguido baja Jhared, quien se percata de mí, quedando paralizado al verme.—¡Jhared!Ella se abalanza sobre él, quien envuelve sus brazos a su alrededor sin dejar de mirarme, hasta que ella agarra su rostro.—Gracias por venir, tenía mucho miedo…Ella inclina la cabeza para darle un beso en los labios, pero él besa su sien, causando que ella se percate de que algo no va bien, y al girarse, me mira enojada retrocediendo.—Por favor, Gina… solo quería aclarar las cosas…—Julia…—Jhared, por favor, vámonos. —Ella jala su brazo, causando que él me mire confundido.—Gina —Él comienza a hablar.—Solo quiero aclarar las cosas… —respondo nerviosa ante la imagen frente a mí. Como han cambiado tanto las cosas, él ahora la cubre a ella con sus brazos…—Allá arriba creo que se pudo enten
CAPÍTULO (Gina) Simón arrastra su maleta, guiado por el perro alias Capitán, quien viste una colorida pañoleta en el cuello y lleva en su boca una pequeña mochila, transmitiendo a todos lo feliz que se encuentra de irse de viaje con su padre perruno. —Solo serán pocos días, pero sabes que puedes llamarme si necesitas algo… ¿Segura de que no quieres quedarte con capitán? —Simon… —lo miro, cruzándome de brazos, mientras él se detiene en la puerta de entrada. —Tranquilo, don Juan, nos quedaremos con ella hasta que nazca Nicolás —comenta Jenny, inclinándose para tocar mi vientre, el cual aún no ha crecido, pero que siento que tengo una enorme panza de tanto que la acarician. —No se llamará Nicolás —le comento riéndome, al igual que Ariana, quien agarra su cartera también para marcharse hacia el hospital. A veces pienso que ella siente que todo es su culpa, y no quiere decirnos para no preocuparnos, pero las acciones hablan más que las palabras. —Eso ya lo veremos —responde mirándo
(JHARED)Ella se aferra de mi mano, reposando en mi hombro su cabeza con una amplia sonrisa llena de felicidad. La puerta de la entrada se abre y mi ama de llaves sonríe alegre de verme, pero al notar a mi invitada, se sorprende, palideciendo un poco.—Se-señor… Bienvenidos —fuerza una sonrisa en su rostro, mirándome confundida.—¡Tú debes ser Nancy! Juliana se acerca a ella abrazándola, para luego apartarse y colocar sus manos sobre los hombros de la señora dando un apretón.—Sí, señora…— Estoy ansiosa de probar tu comida.—Espero que sean de su agrado, pasen, pasen —dice apresurada mi ama de llaves, apartándose y huyendo hacia la cocina.—Creo que se asustó un poco al verme —comenta Juliana entre risas, ingresando a la casa y mirando alrededor con una gran sonrisa—. Maravilloso… Todo sigue igual.Al girar hacia mí, su sonrisa decae al ver mi rostro lleno de confusión, y me mira asombrada riéndose.—Alina me enseñó algunas fotos —comenta caminando hacia el patio trasero lleno de mu
JHARED Miro por la ventana del auto mientras hablo por el auricular con Juliana, quien insiste en ir conmigo al hospital, pero quisiera este momento solo para mí, así que me niego con una excusa barata. —Está bien, ¿vendrás por mí hoy para la mudanza? —pregunta antes de colgar, y suspiro asintiendo como si pudiera verme. —Está bien. —¡Nos vemos! Cuelgo la llamada, mirando en el registro el nombre de Gina. Nos encontramos muy tarde en esta vida… El auto se detiene frente al hospital, y me bajo del auto dándole las gracias a mi chofer. Camino hacia la entrada, encontrándome en ella con el oficial Rusell. —Sr. Rogers —extiende su mano, la cual estrecho con firmeza. —Vengo a visitar a mi amigo… —No se preocupe, solo estoy de custodia; podemos hablar con tranquilidad esta noche. Asiento en respuesta, entrando y deteniéndome en recepción para marcar mi entrada, para continuar mi camino por los largos pasillos silenciosos hasta llegar a su puerta, sintiendo que debería pasar sin to
JHARED. Llego con horas de antelación al restaurante donde me citó Alina para vernos con Juliana… Juliana… Cierro mis ojos entrelazando mis manos y creando en mi mente miles de preguntas que me hacen sentir que me volveré loco en cualquier momento. Solo pensar que podré aliviar un poco mi carga me hace creer que puedo respirar un poco… solo un poco. —¿Desea pedir alguna bebida mientras espera? —una de las meseras me pregunta con amabilidad, y miro su cartilla, la cual ignoro solo pidiendo un café. Observo con impaciencia la entrada de la cafetería esperando que aparezcan, y para mi sorpresa veo ingresar a Gina siendo abrazada por los hombros por aquel idiota de Simon, quien le sonríe mientras la guía hacia una de las mesas vacías que se encuentran en mi dirección. Sus ojos enormes se levantan por unos segundos como si sintiera mi mirada, y al verme se detiene mirándome abrumada, causando en mí esta sensación de culpabilidad. Me levanto para ir a su encuentro, pero antes que pueda
JHARED Me quedo inerte viendo a mi amigo postrado en la cama en estado de coma. Su cabeza y partes del cuerpo están vendados, y se puede notar que fue un gran golpe que pudo haberle costado la vida. No contesté su llamada; volví a fallarle a alguien que me importaba. Aprieto mis puños con fuerza, presionándolos encima de mis rodillas. Cierro mis ojos, sintiendo que mi cabeza pronto va a estallar con tantos pensamientos que se acumulan dentro de mí. Unas horas atrás… La lluvia comienza a caer con fuerza sobre mí y esta ilusión de la persona que alguna vez amé y que ahora me atormenta. Miro fijamente sus ojos tratando de entender qué está sucediendo, y de repente sus labios tocan los míos y doy un traspié asombrado. —¿Eres tú en realidad? —levanto mi mano hacia su rostro, y ella coloca la suya sobre la mía sonriendo incómoda. —Soy quien dicen que extrañas… pero yo no te recuerdo —responde, y se aleja tomando mi mano entre las suyas. —No entiendo… yo… —Miro a mi alrededor conf
Último capítulo