Por fortuna, el viaje ocurre tranquilamente respecto a la seguridad, pero, mi malestar se mantiene y ya ha empezado a preocuparme porque si sigo así, Maximiliano no permitirá que yo este de viaje cuando estoy tan mal.
— Axael, ¿Cómo te sientes ahora?— Ya va a llegar la hora para recibir la medicina, aceptaré la inyección para que su efecto se muestre más rápido.— Ojalá el mareo solo sea por la turbulencia del avión. — dice Maximiliano abriendo la puerta del auto.— No creo que sea eso, pero, ojalá me equivoque. — susurro mientras Maximiliano me ayuda a subir al auto porque no me atrevo a abrir los ojos durante mucho tiempo debido a ese brillo molesto.Maximiliano sube al auto después de ayudar a su padre a subir y por eso, solo somos los cuatro los que nos marchamos hasta la casa que está lejos de todo, incluso del bosque. Solo est