Con mi mano herida que no ha tenido el descanso que necesito, subo con mi hija al auto donde llamo a la cuidadora de mi hermana para que la prepare para salir a desayunar, porque aunque fui yo quien dio la orden, no tengo idea de a donde deberíamos desayunar.
Al tener dos horas para pensar, busco en internet restaurantes agradables donde pueda estar con mi loca familia, cuando ya he hecho las reservaciones, envío la ubicación a la cuidadora de mi hermana y me encargo de revisar por mi cuenta los doctores más famosos por sus trabajos en pacientes con VIH.El tiempo va corriendo y yo camino hacia una tienda de ropa que aún no ha sido abierta, pero, los chicos llaman y nos desbloquean la puerta para comprar lo que mi suegro necesita. Con la ropa para él, camino hacia la habitación donde se supone que está mi suegro aseándose, cuando los chicos me permiten el paso, noto que si está obedeciendo y por ello, le