Aunque el auto conduce normalmente, cuando llegamos al lugar ya veo a los dos hombres de la familia observándome con molestia. Se nota que no condujeron sino que volaron en esos pobres vehículos para poder llegar antes de tiempo.
— ¡¿Se puede saber qué estabas haciendo?! — grita Maximiliano enojado. — Baja la voz, vas a causarle dolor de cabeza. — dice su padre pero se ve tan molesto como Maximiliano. — ¿Es que cómo es posible que ella se marche sin nosotros? — pregunta Maximiliano caminando de un lado a otro. — Ya deja tanto drama que sabían perfectamente dónde estaría y si me marché, era porque ustedes seguían discutiendo por tonterías. Me bajo del auto para sacarle los gases a mi hija mientras ellos solo me siguen como dos sombras molestas que no me dejan en paz aunque haya oscuridad por donde yo avanzo. Cuando llego al consultorio donde me van a hacer todas las pruebas, entregó a mi hija aunque no me agrada del todo y lo acepto porque sé que deben realizRealmente es muy placentero ver como Maximiliano se entretiene observando las tortugas, los delfines y como nuestra hija aplaude sonriente sin saber realmente que es lo que está sucediendo. Mi suegro también se encuentra maravillado por todo lo que hay a nuestro alrededor, por lo que yo disfruto de la hermosa vista que tengo al ver que ellos no se ven como mis obsesivos cuidadores o como los hombres de la mafia que son, sino como miembros de una familia que están pasando un rato agradable en el acuario. — ¿Es posible pasar todo el día aquí? — Si eso es lo que deseas… — Ya lo sé, mis deseos son órdenes. — digo completando la oración que mi esposo disfruta mucho mencionar. — ¿Te molesta que sea tan complaciente contigo, querida esposa? — pregunta Maximiliano indignado y yo de inmediato niego. Lo que menos quiero es que deje de ser amoroso conmigo, aunque sus muestras de afecto muchas veces rayan a lo excesivo, las quiero. Porque así es como él muestra su amor y yo no puedo c
Mi pequeño y revoltoso océano en medio de una gran tormenta, me lleva al baño pero no se marcha, si no que me coloca sobre el lavamanos y me observa con tanto deseo que me sorprende que aún tenga intenciones de tener sexo conmigo cuando me he orinado.— Te ves tan hermosa estando tan avergonzada.— Por favor, sal de aquí. — imploro, pero Maximiliano lo que hace es colocar mi cabello detrás de la oreja.— ¿Acaso se te ha olvidado lo que acaba de suceder?— Solo te orinaste un poco, deja el drama.— De todas formas…Maximiliano no permite que yo continúe con la oración porque calla mi boca dándome un beso tan salvaje que me hace abrazarlo y pegarme más a su cuerpo cuando se supone que debo alejarlo porque he hecho algo vergonzoso.El deseo se hace tan fuerte que cuando él rompe mi ropa, lo único que hago es gemir como una perra en celo y lo peor de todo, es que él también está tan excitado que me hace girar para poder tener a su merced mi entrada.A través del espejo puede observar el d
Cuando suceden cosas como estas es que me considero la mujer más importante del mundo, porque en menos de cinco minutos ya tengo como a siete ambulancias aquí solamente para traer a todo el equipo médico que requiero o más bien que exige mi esposo para ser atendida.Es por eso que mi suegro corre hacia donde nosotros nos encontramos, mientras Maximiliano entra en pánico y me viste con un vestido que no sé de dónde rayos salió, para sacarme del baño.— Todo estará bien… te lo aseguro, todo estará bien. — dice Maximiliano mientras me carga pero sé que lo que está diciendo es para tranquilizarse y no para calmarme a mí.— Es molesto ser tu punto débil.— No digas tonterías ahora, por favor. — dice Maximiliano angustiado.De inmediato, los doctores comienzan a revisarme mientras Maximiliano exige respuestas, e
Ni siquiera sé qué es lo que está sucediendo mientras estoy inconsciente, pero cuando despierto siento que me ha pasado un camión por encima y cuando intento levantarme mi mano duele.— Dios… — digo y de inmediato, la persona que está sentada a mi lado se levanta de un salto.— ¡No me he dormido, solo estaba meditando, jefe! — dice Thomás.— ¿Qué sucedió?— Ha despertado, jefa. Finalmente ha despertado. — dice Thomás presionando el botón para que las enfermeras lleguen.De inmediato, miro a mi alrededor intentando comprender qué es lo que está sucediendo y porque mi esposo no se encuentra presente, pero la respuesta me viene casi de golpe, ya que, lo último que recuerdo de él es su mirada cargada de dolor, angustia y arrepentimiento.— No ha venido aquí, ¿verdad?—
Mi suegro no está del todo de acuerdo con que yo me comunique con su hijo pero tiene dos opciones: dejar que lo haga delante de él o que se largue y yo me encargué de hablar con mi esposo por mi cuenta.— Al menos disfruta un poco de tu hija y tu hermana, después que se marchen podrás hablar con tu esposo tanto como desees, pero quiero advertirte: Maximiliano no está bien emocionalmente.— Lo sé, si lo estuviera no me habría fracturado la mano.— Ahora está peor. — dice mi suegro y algo me dice que no está exagerando.Disfruto de la visita de mi familia, pero el desespero me invade por saber qué está haciendo Maximiliano cuando tiene tanta culpa en su interior. Por eso, intento concentrarme en nuestra hija y que ella me dé la fortaleza mental para poder lidiar con la inestabilidad de su padre.Mi hija debe marcharse y yo me quedo con un tel&eacu
Los chicos se muestran listos para cualquier cosa que pueda suceder y yo protejo con fuerzas a mi bebé porque es lo único que me importa. Sin embargo, el loco al que casi le disparan, se quita el casco y yo veo a mi esposo completamente destruido.— Jefe…— ¡Amor! — dice Maximiliano y yo me sorprendo porque se ve terrible, tan mal que sin duda, necesita atención médica.— Maximiliano…— Aquí estoy, lo siento por tardar tanto, fui un completo tonto, lo siento mucho. — dice Maximiliano con su mirada completamente destruida por el arrepentimiento y el dolor.— ¿Qué mierda te has hecho? — pregunto enojada.Se ve tan mal que temo cerrar mis ojos y que su vida se marche sin despedirse de mí, está terrible y eso no parece importarle a Maximiliano, porque él es un chico que siempre se ha cuidado físicamente y ahora&hel
Maximiliano no es un hombre que llora fácilmente, pero, cuando es algo relacionado a mí o a la bebé, él se desespera. Se transforma en un hombre completamente loco y tan inestable emocionalmente que nadie puede anticipar alguno de sus movimientos. — ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué razón te lastimaste así, Maximiliano? ¿Acaso no eres consciente que cada vez que te lastimas no solo me lastimas a mí si no a tu hija? ¿Tan poco te importa ella? — pregunto enojada. — Ustedes son lo más importante para mí, pero, Axael, ¿Cómo podría quedarme de brazos cruzados cuando te hice daño? — pregunta Maximiliano angustiado. — Maximiliano, eso fue un error, no estabas atento a lo que estabas haciendo con tu mano y por eso, estás en esta situación. Aunque mis palabras fueron usadas para calmarlo, sucede lo contrario, porque es como si recordara como me lastimó y eso lo destruyera por completo. Maximiliano ni siquiera es capaz de hablar, porque su llanto es tan constante que las enfer
Maximiliano no es capaz de contestarme, solamente se queda mirando a la bebé que ya está dormida a su lado como si con ella pudiera ignorar el problema en el que estamos gracias a su actitud.— Pensé que habíamos avanzado algo, Maximiliano. Pero tal parece que solo lo hacemos cuando las cosas están medianamente soportable. — digo con molestia y él baja su mirada.— No es eso.— Eres un buen chico, Maximiliano. — digo intentando levantar su ánimo, pero lo que hace es sonreír carente de gracia.— Soy el jefe de la mafia, Axael, ¿cómo puedes decir que soy un buen chico?— En tu trabajo eres excelente como jefe de la mafia, pero aquí con nosotras no eres esa persona sino un esposo y un padre, es eso lo que vemos en ti y necesito que actúes como uno correctamente.Evidentemente no puedo juzgarlo nada más por el error que ha rea