Maximiliano me agarra la mano pero se nota que lo hace con extremo cuidado como si yo fuera un animal que en cualquier momento fuera a atacarlo. Entonces yo lo observo fijamente intentando comprender cuál es la causa de nuestra debilidad.
Porque nos queremos y mucho, pero somos tan susceptibles que cualquier cosa nos altera. Es por eso que discutimos aunque sabemos que no seríamos así de desgraciados. Es esa la razón de tergiversar la información y causar malentendidos.— Cariño, no quiero ofenderte pero, ¿no necesitas ayuda terapéutica? — pregunta Maximiliano preocupado.— ¿Lo dices porque no me di cuenta de cuánto tiempo había pasado desde que comencé a flotar?— Esa puede ser una señal de que las cosas están mal. — dice Maximiliano y la verdad es que yo también me preocupo porque me concentré tanto en otras cosas que no