Mi parte racional me dice que no debo tomar literalmente las palabras que me ha dicho Maximiliano, pero también hay otra parte de mi cerebro que me dice que realmente se siente avergonzado de mí.
‘Tranquilízate un poco Axael, no hagas todo un drama.’ Me digo mentalmente— Lo que escuchaste, Axael. ¿Acaso no sientes vergüenza? Ya no eres una niña ahora eres madre, ¿no te das cuenta que todo ha cambiado en tu cuerpo?— ¿Por qué debería darme vergüenza? ¿Es porque tengo todo mi cuerpo marcado porque tuve a tu hija y recibí varias cirugías para continuar con vida?Sus ojos se abren y yo lo observo fijamente notando que al fin está entendiendo que no es la manera de exigirme algo. Pero, yo no me pienso dejar de sus enojos. Porque por mucho que no quiera tener una discusión con él no voy a tolerar estas faltas de respeto.&mdas