Como todo hombre que está por perder el control comienzo a recitar en mi mente el credo, el ave María, el padre nuestro y todas las oraciones que de memoria me sé. Pero, ni siquiera eso puede calmarme.
‘Axael tiene demasiado poder sobre mí.’ Me digo mentalmente angustiado.Ella lo sabe y por eso, me tortura tocando mi miembro lentamente, pero aunque ese no es el ritmo que yo acostumbro a utilizar para tocarme mi polla responde colocándose tan dura cómo es posible.— Vaya, sí que rebota. Menos mal y no estaba tan cerca o me hubieses sacado un ojo con ese rifle. — dice Axael y yo me ruborizo.— Vas a matarme. — susurro y eso le complace a Axael.— Si es de placer, no creo que haya alguna objeción de tu parte, ¿no es así? — pregunta Axael como si no supiera que estoy en sus manos, que siempre lo estoy.— Incluso si me matas atravesand