Sentía miedo de odiar a mi hija, porque eso era lo que pensaba si mi bebé nacía y eso le costaba la vida a Axael, pero, ¿Cómo podría odiar a una pequeña que es tan perfecta? Pensé que la odiaría porque sería como yo; cruel, asesina y despiadada.
Pero, es una inocente bebé que es muy parecida a su madre cuando era una bebé a la que no me atrevería a abandonar o ignorar, porque hacerlo sería rechazar una parte de mi esposa, de mi hermosa e increíble esposa.— Por favor, dale comida, te pagaré lo que desees…— Créame cuando le digo que no me importa su dinero, solo quiero que los niños reciban la atención que requieren para sus tratamientos, eso es todo. Si me cumple, estará todo perfecto.Ella le da la leche a la pequeña e incluso, me dice como debo palmear su espalda para que libere los gases. Cada ci