Rápidamente, hago la publicación en cada uno de los grupos que hay, también llamo a los hospitales más cercanos y ordeno a todos mis hombres a buscar a sangre que tanto necesitamos.
— ¡No me importa lo que deseen, estoy dispuesto a esforzarme por darles la recompensa que quieran! ¡Solo denme su maldita sangre! — grito en el audio.— Eres terrible pidiendo un favor. — dice mi padre.— ¿Quién te ha dicho que estoy pidiendo un favor? Estoy mencionando lo que quiero, si realmente hay ambición en este mundo, ellos correrán y vendrán pronto a mí con lo que quiero, implorando que les preste atención porque les he prometido una recompensa que nadie que tenga una ambición sería capaz de ignorar. — digo con seriedad.— Está pasando todo esto y ni con eso aprendes.— Los regaños para otro momento, por ejemp