Maximiliano lanza todo lo que tiene cerca y yo protejo mi vientre con mis manos temiendo que sea capaz de causarme daño, mi corazón se acelera mostrando mi miedo y él parece ser consciente del desastre que ha causado.
— Tranquilízate un poco, por favor.— ¡No! ¡No, por favor! — grita mi hermana y yo me levanto y corro hasta donde ella se encuentra notando que ella se golpea la cabeza.Aunque mis pies duelen, ignoro el malestar porque mi hermana ahora es mi prioridad, sin embargo, la cuidadora sabe lo que hace, porque rápidamente la abraza y le susurra cosas en el oído hasta que ella deja de golpearse.— ¿Qué sucedió? — pregunto preocupada.— Escucho cosas romperse. Los ruidos fuertes la alteran. — dice la cuidadora y yo miro a Maximiliano quien observa mis pies.— Axael, te has lastimado.— Sí, fueron con las cosas