Maximiliano, parece notar mi miedo, porque toma mi mano y me sonríe genuinamente aunque en su mirada puedo ver que tiene tanto temor como yo por lo que vamos a ver ahora.
— Parece que están asustados, es normal, es el primer bebé de ambos. — dice la doctora acercando un aparato largo a mi vientre.— Eso no le hace daño al cuerpo de mi esposa, ¿verdad?— No, no le hará daño, tranquilo. — dice la doctora sonriente.Apenas ha colocado ese aparato en mi vientre que esparce el gel, cuando el pequeño se muestra causando que mi corazón lata con mucha fuerza.— Tranquila, futura madre, debes calmar tu corazón o podríamos tener una emergencia. — dice la doctora.Aturdida, miro la máquina que me sigue cuando me muevo sin que haya un cable unido a esta. Es entonces cuando me doy cuenta que mis latidos están demasiado elevados.&