Es duro lo que estamos viviendo y lo que más me molesta es que esto apenas el comienzo. Yo no puedo evitarle este dolor si no es marchándome y siendo honesta, si no pude irme cuando su padre me lo pidió, tampoco podré hacerlo ahora que estoy esperando a su hijo.
Por eso, lo único que me queda por hacer, es intentar comprenderlo y lidiar con él cada golpe de salud que recibo implorando que eso no le deje marcas grandes en su mente y corazón.— No rechaces a nuestro hijo, por favor. Desear su muerte es como desear la mía.— Por favor, no me digas eso.— Tú y yo… nos amamos, Maxi. Sin saber cuándo o como, logramos tener un sentimiento tan grande como es el amor y quiero que este bebé sienta ese amor ahora y no cuando este adulto y roto por los golpes que la vida nos da.Maximiliano suspira profundo, pero, no me da la respuesta que deseo escuchar, por eso, me ap