Esto es una completa locura, Maximiliano no conoce límites, la empleada doméstica quiere quitarme a mi esposo y mi suegro celebra cuando golpeo a su hijo, sin duda, somos una familia muy loca.
— ¡Axael, golpeas duro! — grita Maximiliano acariciando su cabeza.— ¡Por supuesto que debo golpear duro, solo así vas a aprender la lección! — digo lista para golpearlo otra vez.— Lo siento mucho, ¿sí? Pero no me golpees, creo que me abrirás la cabeza si vuelves a pegarme. — dice Maximiliano quejándose.— Creo que sería buena idea ver tu cabeza abierta, para saber lo que tienes adentro y te impide actuar como corresponde.Los dos miramos mal a su padre y este parece inmune a las miradas asesinas porque se quita la camisa y entra a la piscina sin preocuparse por nosotros.— Padre, sin duda eres alguien sorprendente. — dice Maximiliano a