Mundo ficciónIniciar sesiónLa noticia no viajó a caballo ni en pergaminos. Viajó en los ojos desorbitados de un mercader de pieles que abandonó el territorio del Clan Tigre antes de lo previsto, en los susurros de un cazador errante que había presenciado el ritual desde una cresta lejana y en los informes codificados de los exploradores que cada clan mantenía vigilando a sus vecinos. La historia era increíble, casi un cuento de niños, pero los detalles eran demasiado consistentes para ser ignorados.
Una hembra de sangre pura, con rasgos de zorro y una belleza de otro mundo, había aparecido de la nada. Un paria marcado con cinco cicatrices la había reclamado. El segundo al mando del clan, un coloso de seis marcas llamado Silas, lo había desafiado y había sido humillado, su pierna rota por la pura desesperación del paria. Y luego, lo más increíble de todo: el vínculo se había sellado no en el h







