En un rincón olvidado del reino celestial, una joven logra escapar del destino que la mantenía atrapada, buscando refugio en la tranquilidad de su nuevo hogar. Sin embargo, su paz se ve rota al liberar, sin saberlo, al temido Diablo Supremo, un ser envuelto en misterio y poder que durante siglos permaneció sellado. Fascinado por el espíritu libre de su salvadora, el Diablo Supremo la arrastra a su mundo sombrío, donde la tentación y el peligro van de la mano. Unidos por un antiguo lazo que podría cambiar el destino de los cielos y el inframundo, ambos deberán enfrentarse a oscuros secretos y verdades que desafiarán todo lo que creían saber. En este juego de poder y emociones prohibidas, la delgada línea entre la corrupción y la salvación se desdibuja. ¿Se rendirán a la oscuridad o encontrarán en el otro la chispa para desafiar su destino? Cuando los límites entre enemigo y aliado se rompen, el amor podría ser la más peligrosa de las armas.
Leer másDedicatoria:
Antes de sumergirse en esta historia de amor y misterio, permítanme ofrecerles una advertencia: las líneas entre la luz y la oscuridad se desdibujan aquí. Los corazones pueden ser tan traicioneros como los hechizos más poderosos, y las almas pueden encontrar su destino en los lugares más inesperados. Así que, con valentía, adéntrense en los reinos celestiales y los antiguos clanes. Acompañen a Kael, y a Lunara en su búsqueda de amor, poder y redención. Pero tengan cuidado, queridas, porque en este mundo, incluso los ángeles pueden caer y los demonios pueden ascender. Que las estrellas guíen sus pasos y los suspiros de los dioses les acompañen en esta travesía. Con cariño, Elizabw P.S.: No olviden llevar un abanico para los momentos de tensión. 🌟🌙✨ 𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨 Prólogo: En un mundo donde la noche y el día se entrelazan con leyendas, tres sectas ancestrales se alzan en el horizonte de la historia. El clan Shenduhui, demonios que danzan bajo el manto celeste; el clan Tiandaopai, ángeles cuyas alas resplandecen con la promesa de la inmortalidad; y el clan Yingpai, lobos que aúllan al compás de secretos oscuros. Entre ellos, una figura emerge de las sombras, todos la llaman la diosa de la vida y la muerte. Kael, de la secta Sizulux, renunció a su humanidad para abrazar un poder oscuro. Transformado en un monstruo desprovisto de emociones, lideró un ejército de 100,000 soldados en una marcha de destrucción sin igual. El Mar de Aetheris y el Lago de Miraluna, corazones de la secta y el mundo mortal respectivamente, temblaban ante la inminente aniquilación. La guerra fracturó el equilibrio del cosmos. En medio del caos, la diosa antigua se presentó ante un ángel elegido para una misión especial. Con una mirada que irradiaba sabiduría y tristeza, le entregó un frasco dorado lleno de un líquido centelleante. —Guardián del equilibrio, tú eres la esperanza —dijo la diosa con voz suave pero llena de autoridad—. Toma este elixir antiguo, símbolo de nuestra fe en la humanidad. Debes encontrar a la niña por nacer, aquella que llevará consigo el destino de todos los mundos. El ángel tomó el frasco con reverencia, sintiendo el peso de la responsabilidad en sus hombros. —¿Qué debo hacer con ella? —preguntó, buscando orientación en los ojos de la diosa. —Protegerla, guiarla y prepararla para el camino que le espera —respondió la diosa, con un destello de tristeza en sus ojos divinos—. El futuro de todos depende de ella, y de ti, guardián. Con estas palabras, la diosa se desvaneció en una bruma plateada, dejando al ángel solo con su misión y el elixir que contenía el destino de mundos enteros. —La diosa nos ha abandonado —murmuró un anciano sabio, su rostro arrugado por los años—. Solo el destino dirá si sobrevivimos a esta oscuridad. Para contrarrestar esta marea oscura, el primer dios de la guerra de Sylvan, el ángel supremo, hizo el sacrificio supremo. Con la destrucción de su espíritu primordial, el ejército de Kael fue sellado, y su esencia encerrada en la Torre de Sylpharion. La leyenda susurraba que si el espíritu de Kael fuera alguna vez restaurado, la calamidad volvería a asolar el mundo. Solo la Diosa Nocturna, una figura envuelta en misterio, poseía la clave para evitar tal desastre. Pero ella se había esfumado, dejando tras de sí solo el eco de su leyenda. El nacimiento de Lunara fue un evento marcado por el rechazo y el misterio. Su familia humana, conocedora de un secreto profundo y oscuro, la despreciaba. Lunara no era hija de mortales, sino descendiente directa de una loba de noble cuna, una reina de las sombras. Movidos por la ambición, los humanos secuestraron a la heredera de la realeza lupina, alejándola de su legítimo destino. Creciendo en un mundo que no era el suyo, Lunara se enfrentó a desafíos que moldearon su carácter y su alma. Un día, el amor la llevó a arriesgarlo todo por su enamorado, un ángel cuyo destino estaba entrelazado con el suyo de maneras que ni siquiera los astros podrían haber predicho. —Te seguiré hasta los confines del universo si es necesario, Lunara —dijo el ángel, su voz llena de determinación—. Nada nos separará. Treinta milenios pasaron, y la barrera de la Torre de Sylpharion vibró con una perturbación desconocida. Mientras los sabios y magos luchaban por restaurar la barrera, una loba de rango inferior, despreciada y subestimada por los mortales, tropezó hacia el interior de la torre prohibida. Su nombre era Lunara. Atrapados en una dimensión olvidada, Lunara y el demonio, conocido como Kael, se vieron obligados a dejar de lado sus diferencias para idear un plan de escape. En su lucha por la libertad, Kael revivió una vieja derrota, una que amenazaba con repetirse y consumirlos a ambos en las llamas de una guerra ancestral. —Debemos unir fuerzas si queremos sobrevivir —declaró Kael, su mirada fija en el horizonte. La presencia de Lunara dentro de la Torre de Sylpharion no fue un simple accidente. Era el hilo del destino tejiéndose en el tapiz del tiempo. Kael, cuyo espíritu había languidecido en la soledad de su prisión, encontró en Lunara no solo a una adversaria, sino a una aliada inesperada. Juntos, descubrieron que la perturbación en la barrera no era un fallo, sino una señal: la Diosa Nocturna estaba dentro de Lunara, llamándola, guiándolos hacia una verdad que había permanecido oculta durante eones. —Eres más de lo que pareces, Lunara —murmuró Kael, su voz casi un susurro en la oscuridad de la torre—. Y juntos, podemos desatar un poder que cambiará el mundo para siempre. La lucha por la libertad de Kael y la búsqueda de Lunara por su verdadera identidad los llevará a través de reinos olvidados y a enfrentarse a enemigos que desafían la imaginación. En su viaje, descubrirán que la línea entre héroe y villano es tan tenue como la frontera entre la noche y el alba. Y en el corazón de esta odisea, un poder que puede salvar o condenar al mundo espera ser despertado.Podría poseer su cuerpo una y mil veces, pero era su alma la que comenzaba a encadenarme. 𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Advertencia: Este capítulo contiene contenido altamente explícito y escenas de intensa carga emocional. Recomendado para lectoras que disfruten de una narrativa apasionada, cruda y posesiva. ¡Léanlo bajo su propio riesgo, pequeñas espíritus!Kael:El bosque estaba sumido en un silencio inquietante. Demasiado callado. Ni el ulular de las lechuzas ni el crujir de ramas bajo las patas de depredadores al acecho. Solo el viento susurraba entre los árboles, arrastrando el aroma de la tierra húmeda y las hojas podridas.Avancé con pasos firmes, con la vista fija en la imponente silueta de mi fortaleza a lo lejos. La brisa traía consigo una esencia conocida, inconfundible, que me golpeó como un veneno lento deslizándose por mis venas.«Aún siento el olor de nuestra reina», —gruñó Tiān Láng dentro de mi mente, su voz impregnada de urgencia.No le respondí de inmediato. Inspiré prof
A veces, la peor traición no es la que se comete, sino la que se oculta en el silencio.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Róng Yè:Mis pasos resonaban con determinación a través de la ciudad sumida en sombras mientras me aproximaba a la majestuosa entrada que delimitaba mi territorio del desorden circundante. El viento gélido transportaba las esencias de destrucción y conflicto, manifestando la naturaleza de la contienda discreta que conducía.Percibí una presencia conocida detrás de mí. Yūxī, mi más leal discípula, se mantenía discretamente en las sombras, su mirada revelando una mezcla de preocupación y lealtad inquebrantable. Al notar mi estado deteriorado, su expresión se tensó con evidente inquietud. No obstante, continué mi avance, haciendo caso omiso al intenso dolor que atravesaba cada parte de mi cuerpo.Esta fatiga inexorable proyectaba su influencia sobre cada uno de mis movimientos.El transferir la mitad de mi cultivo a Sailius había afectado significativamente mi estado físico, mani
Cuando el sacrificio roza la obsesión, incluso el poder más inmenso puede desmoronarse como cenizas al viento.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Kael:Respiré hondo, dejando que el viento gélido rozara mi piel mientras la hoja de la espada se deslizaba con parsimonia sobre mi garganta. No había dolor, ni siquiera el olor a sangre. Róng Yè no tenía intención de matarme, no todavía. El maldito estaba preparando un hechizo, uno que probablemente buscaba atraparme. Pero entonces, supe que algo había cambiado. —¡No! —La voz de mi pequeña rasgó el aire como un trueno, desgarrando el silencio del bosque. El eco de su grito vibró entre los árboles, un sonido tan desesperado que obligó a mi pecho a contraerse. La escuché acercarse, sus pisadas frenéticas rompiendo el suelo con una velocidad aterradora. Me obligué a abrir los ojos justo a tiempo para verla abalanzarse sobre mí. Un destello de magia iluminó la escena cuando los dedos de Róng Yè resplandecieron, pero antes de que su conjuro pudiera a
A veces, la mayor herida no es el filo de una espada, sino la indiferencia de quien jamás pensaste que te abandonaría.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Kael:La espera me crispa los nervios. Apoyado contra el frío muro de piedra, cruzo los brazos con impaciencia mientras escaneo el pasillo desierto. Nadie en los alrededores. No sirvientes. No guardias. Perfecto. Si esta pequeña insensata tuvo la osadía de desafiarme y exponerse, el mundo entero temblará con las consecuencias.—Más le vale haber seguido mis órdenes —murmuro para mí mismo, con la mandíbula apretada.«Oye, grandulón, tranquilo. Todo estará bien.»La voz de Yě Líng resuena en mi mente con una tranquilidad exasperante.—¿Y ahora tú qué tienes? ¿Por qué tan tranquila? —interrogo con el ceño fruncido.«Porque, por una vez, no estamos discutiendo. Amor y paz.»La lobita ríe suavemente, lo que me resulta aún más sospechoso.—Amor y paz y un dedo por demás —respondo con sarcasmo, pero la condenada solo se ríe de nuevo.Carajo. Algo está
Entre sombras y relámpagos, el deseo y la venganza danzan en un juego peligroso donde solo el más fuerte reclamará el trono.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Fēng Hàn:El eco de mis pasos resuena en los pasillos de piedra mientras avanzo con la cabeza en alto. Las antorchas chisporrotean en la penumbra, proyectando sombras largas y danzantes en los muros. A medida que camino, los sirvientes se inclinan con sumisión, pero sus reverencias no son más que gestos vacíos. «Qué hipócritas».Reprimo una mueca de desdén y continúo sin detenerme. Si no supiera que todos aquí son fieles a Kael, quizás creería en la devoción con la que bajan la cabeza. Pero yo no soy tan ingenuo. Al salir del castillo, el aire nocturno me recibe con su fría mordida. La luna, alta y severa en el cielo, tiñe el bosque de un brillo pálido y espectral. Me adentro en la espesura, disfrutando del silencio que la naturaleza me ofrece, un refugio momentáneo de la farsa que gobierna en el palacio. Sin embargo, mi soledad no dur
Cuando las máscaras caen, las verdades ocultas desatan tormentas que nadie puede detener.𖡨❯╅╾┽┄╼❮ཤ𖢘ཥ❯╾┄┾╼╆❮𖡨Lunara:El eco de mis pasos resonaba en los oscuros pasillos, la tenue luz de las antorchas apenas iluminando mi camino mientras perseguía a Kael. Estaba decidido, como siempre, a salirse con la suya, y yo no podía permitirlo. Sabía lo que planeaba, y la sola idea hacía que mi corazón latiera con fuerza y mi estómago se revolviera. «¿Cómo puedo detenerlo?» —pensé, mi mente trabajando a toda velocidad mientras mi cuerpo—es decir, el suyo—corría detrás de él. Cuando lo alcancé, agarré su muñeca con firmeza, aunque me sentí pequeña y débil al hacerlo. Aún no me acostumbraba a la fragilidad de mi cuerpo original. —No te la quites. —Mi voz, aunque salida de su cuerpo, sonó más suplicante de lo que me habría gustado. Kael se giró, sus ojos—mis ojos—brillando con una chispa traviesa que me hizo apretar los labios. Era como si disfrutara verme así, vulnerable y desesperada.
Último capítulo