Mundo ficciónIniciar sesiónEl cuerpo de Roric fue arrastrado fuera de la roca por dos de sus aliados, dejando solo un rastro oscuro sobre el granito. El silencio que siguió fue diferente. Ya no era de expectación, sino de conmoción. La rapidez y la brutalidad con la que Darius había despachado a un guerrero de tres marcas habían dejado a muchos sin palabras.
Darius no se movió del centro de la roca. Su pecho subía y bajaba rítmicamente, su cuerpo era una estatua de poder y violencia contenida. Sus ojos, sin embargo, nunca dejaron a Elizabet. Eran su ancla, su único punto de referencia en un mar de hostilidad.
Gideon dio un paso adelante. "El primer desafío ha sido superado", anunció, su voz era un trueno que retumbaba en el valle. "¿Hay algún otro?".
Todas las miradas se volvieron hacia Silas.
El segundo al mando del clan sonrió, una sonrisa lenta y llena de confianza. Dio un paso adel







