Mundo ficciónIniciar sesiónEl Hospital Italiano de Buenos Aires era una estructura imponente de arquitectura europea que parecía transportada directamente desde Roma. Los pasillos de la unidad de cuidados intensivos olían a desinfectante y miedo, ese aroma particular que solo los hospitales lograban, donde la esperanza y la desesperación coexistían en cada respiración mecánica, en cada pitido de monitor.
Alberto, Thomas y Marco irrumpieron en la sala de espera de cuidados intensivos con la urgencia de hombres que sabían que cada segundo contaba. Lo que encontraron los detuvo en seco: una familia completa reunida alrededor de un espacio demasiado pequeño, con sus rostros marcados por noches sin dormir y el terror tangible de perder a alguien amado.
Una mujer mayor de setenta y tantos años s







