Mundo ficciónIniciar sesiónCELIA:
La dicha me embargaba tras conversar con mi amado Alonso. Su pronto regreso a casa auguraba felicidad, o al menos eso quería creer. Sin embargo, su promesa de alejarnos de todo aún resonaba en mi mente. La idea de una casa en las afueras, rodeada de un frondoso bosque y un exuberante jardín, era seductora, pero me cuestionaba si podría adaptarme. Después de todo, la ciudad había sido mi hogar desde siempre.
¿Sería justo condenar a mi hijo nonato a esa vida? Además, quisiera o no, Alonso pertenecía a la temida familia Garibaldi. Aunque lograra deshacerse de aquellas brujas dementes que pretendían sacrificarme en su ritual infernal, los enemigos no escasearían. Así, permanecer bajo el amparo de los Garibaldi ya no parecía tan desacertado, más por el bienestar de mi futuro hijo que por el mío propio. Acaricié mi vientre aún pl






