Mundo ficciónIniciar sesiónFABRIZIO:
El silencio que siguió a su arrebato era denso, cargado de tensión y promesas de violencia. Nos miramos sintiendo la misma rabia e impotencia que el abuelo, conscientes de que la hora de saldar cuentas pendientes había llegado al fin. Pero que aún no decía el abuelo el motivo de la rivalidad entre las Janare y nosotros. Algo debía de haber sucedido para esa enorme enemistad desde tiempo inmemorable.
—¡Santa Madonna, abuelo! Deja de dar vueltas y empieza por el principio, ¡coño! —bufé, perdiendo la paciencia—. Lo enredas todo hablando del pasado y el presente a la vez. Al grano: ¿Qué pasa con ese maledetto gen de la genialidad del que habla Vittorio? ¿Por qué somos enemigos de esas brujas? ¿Qué diablos hicieron el tatarabuelo y los demás?—¡Cierra la puta boca y deja que papá hable! —ladr&oacut





