DILETTA:
No había traído mi teléfono y cuando levanté el de la habitación, una voz metálica masculina dijo: "Quédate ahí, no salgas de la habitación hasta mañana. Si lo haces, ese dron te disparará una malla eléctrica. Buenas noches, Diletta Costelli". Se despidió y colgó.
La casa comenzó a parecerme un ente vigilante, por lo que corrí y me metí debajo de la sábana en la cama de Dante. No debí moverme de mi habitación, mi hermano me iba a matar, pensé mientras sentía que la cama comenzaba a vibrar y una suave música que me encantaba empezó a sonar. Sí, definitivamente a Gabriel D'Alessi se le había ido la mano con sus invenciones, pensé dejando que la cama me arrullara y la música me relajara. No supe en qué momento volví a dormir.Desperté