175. CONTINUACIÓN

ALONSO:

 La abuela, en cambio, parecía resignada aunque miraba de soslayo a mi esposa Celia dormida y a mi cuñada Diletta. No podía hacer nada para alterar la situación, Fabrizio era el jefe y su palabra era ley, incluso para ella. Así que simplemente asintió y se retiró, seguida de cerca por mamá, quien depositó un beso en la frente de Celia antes de irse. Celia, por fin, había caído en un sueño profundo.

 Solicitando a todos que abandonaran la estancia de mi amada Celia, cerré la puerta con cerrojo, anhelando que su descanso no fuera interrumpido nuevamente. Noté que su respiración se había vuelto dificultosa, por lo que llamé a Rossi, quien acudió acompañado de Luigi y su recién encontrada hija, Lucero.

—¿Cómo la ves, Luigi? —pregunté, observando cómo deliberaban entre ellos&m
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App