FILIPO:
Papá se quedó mirando mi teléfono, luego revisó el suyo, que también estaba inundado de mensajes y llamadas que no había atendido por tenerlo en silencio. Sin decirme nada, se dirigió hacia donde Gabriel con sus computadoras sofisticadas, junto a Dario, Carlitos y Asiri tenían su centro de control.
—Chicos, activen el protocolo Garibaldi —ordenó.—¿Qué es eso, papá? ¿Qué es el protocolo Garibaldi del que no sé nada? —pregunté, preocupado.—El protocolo Garibaldi, hijo, es una medida de seguridad que tu abuelo ideó hace muchos años cuando desaparecieron mis padres —explicó mi padre, sin apartar la vista de las pantallas que mostraban los movimientos de nuestros enemigos—. Es una forma de desaparecer sin dejar rastro, de confundir a nuestros perseguidores y ganar tiempo. Pero q