CAPÍTULO 73. No sé odiarte, pero lo intento.
Narrador:
—Yo… no. ¿Qué dices?... No es como piensas —ella trataba de explicar, pero no encontraba las palabras correctas. Claro que no ama a Miguel, y claro que no estaba intentando suicidarse. Aunque una vez lo pensó, ya eso no sería posible. El niño en su vientre tiene derecho a vivir, y sentía que ella no era quien para decidir si quitarle esa posibilidad.
Ella intentó levantarse, pero antes de lograrlo, él llegó a su lado y la alzó del piso frío, cargándola entre sus brazos y llevándola a la cama, sin bajar la mirada porque sentía que sucumbiría a besarla. Estaba molesto, decepcionado… pero a la vez, el miedo en su interior le pedía protegerla de ella misma. Porque, aunque ella quisiera morir, él no estaba dispuesto a dejar que eso sucediera. Era egoísta, sí, puesto que no pensaba dejarla elegir si vivir o morir. No estaba dispuesto a quedarse sin ella.
A ella todo el cuerpo le temblaba, parecía estar hecha de gelatina, y sintió dolor al notar que él no le creía.
—Me quedé dormid