Epílogo.
Cinco meses más tarde.
Irina había logrado que al fin Orlando le diera empleo, y por más que peleó para que la dejase trabajar en conserjería, él no quiso, sino que la hizo trabajar a su lado y aprender todo el mecanismo de la empresa para luego, cuando esté lista, darle un cargo importante.
Noemí y ella cada día forjaban una relación hermosa, e igual Lucrecia, que por más que Noemí le pidió no estar metida en la cocina, no quiso, sino que las arrastró a ella y a Mariana a aprender a cocinar por petición de Irina, que también quiso aprender para sorprender a su esposo. Fernando no cabía de felicidad tras ver cómo su mujer había cambiado tanto para bien. Pensaba que Irina estaba haciendo maravillas.
Ramón llamaba todos los días a Mariana, quien estudiaba también en el país, mientras él estaba en Estados Unidos estudiando una especialidad.
Liseth estaba con los preparativos de su boda, pero no dejaba de visitar a Irina, haciéndola partícipe de los preparativos también.
Lucrecia estaba s