CAPÍTULO 65. Pedido denegado.
Narrador
—Bueno, iré a preparar el desayuno y luego compraré ropa para ti, así que si deseas, puedes hacerme una pequeña lista con todo lo que necesites y yo te lo traeré sin problemas —le propuso.
Irina se miró el cuerpo. Se había olvidado de que aún llevaba el mismo vestido de ayer, y ahora que se vio a sí misma, sintió que le picaba. Se sentía sucia y sudada, aunque no había hecho ningún esfuerzo físico. Suspiró, sin saber si aceptar la amabilidad o no, pues no quería nada que proviniera de Orlando.
«No quiero deberle nada», se quiso convencer, pero al analizar su situación, cayó en cuenta de que ya le debía mucho. De cierto modo, el hecho de encontrarse lejos de Miguel y estar siendo medicada para proteger a su hijo y a sí misma… provenía, de una forma u otra, de él.
Flor caminó hasta unos cajones, sacó un bolígrafo y una libreta de apuntes, y los dejó cerca de Irina, luego sonrió amablemente.
En cuanto Orlando ingresó a la empresa, fue directo a la sala de juntas. Ya todos los in