CAPÍTULO 66. Plan de salvación.
Narra Irina
La señora Flor regresó en busca de la pequeña lista que me había pedido. Por supuesto, no la hice. Ya me sentía lo suficientemente patética, dejando que Orlando hiciera lo que quisiera conmigo, aprovechándose de mi debilidad para tenerme aquí como a su prisionera, encerrada en esta habitación que me lo recuerda a él y a su abandono todo el tiempo. Esa fragancia impregnada en cada espacio se encarga de no dejarme olvidar que me encuentro bajo su poder. Y no niego que aún me sigue gustando mucho su aroma… pero es el mismo que me causa una opresión en el pecho.
No quiero tener que deberle nada. Ya me siento bastante humillada con su estúpido e injustificado desprecio, como para también aceptar algo que provenga de él. Y si tuviera las fuerzas necesarias, me iría ahora mismo de este lugar. Sin embargo, aún me siento muy débil. Es como si todo diera vueltas dentro de mi cabeza y me fuera a caer en cuanto no pueda sostenerme de algo.
Hice un gran esfuerzo en volver a levantarme