Aproveché que Mael estaba ocupado para bajar a las dependencias de servicio en ese mismo momento. Las cocineras eran quienes mejor me conocían, y adivinaba que aclarar la situación con ellas bastaría para que las demás mujeres se enteraran. Y si veía que eso no alcanzaba, siempre podía recurrir a Tea en Iria.
Mi aparición en la cocina causó un breve revuelo. Me detuve a hablar con la loba que supervisaba esa sección durante el día. Se trataba de Caryn, y era la esposa de Flynn, uno de los hermanos de Finneas. No perdí tiempo en darle explicaciones que no le debía, limitándome a pedirle que reuniera a las cocineras y me dejara a solas con ellas.
Las mujeres vieron con una mezcla de intriga y desconfianza cuando la loba me hizo una breve reverencia y se marchó hacia las dependencias de las sanadoras. Sin embargo, las más cercanas a mí me recibieron con g