Mael y sus hermanos habían decidido que dividirían el territorio en lo que llamaban capitanías, cada una bajo la autoridad de un Alfa. Reconocían la autoridad de Alfa Endre en Rathcairn, la de Artos en el puesto del recodo y la de Eamon en el puesto de Owen, cerca de la confluencia del Faol y el Launne.
Alfa Janos y los suyos habían acabado estableciéndose en las inmediaciones del Lagan, el río que atravesaba la llanura a medio camino entre la frontera y el Valle, y los demás Alfas ya lo reconocían como su territorio. Estaban construyendo una bonita aldea a un día del vado y la ruta más directa entre Reisling y el castillo, entre el río y un bosque de hayas, con abundante tierra para cultivos y ganado. Desde allí podían llegar en sólo dos días al Launne, y en tres a Ragnarheim, y tenían todo lo necesario para llevar una vida tranquila y cómoda.