Las sombras cobraron vida formando garras de oscuridad pura que rasgaban el aire.
—¡Atrás!— Zara gritó, levantando una barrera mágica contra el ataque.
La garra impactó haciéndola temblar.
—No puedo sostener esto por mucho tiempo— advirtió. —Son más fuertes de lo que pensaba.
—Entonces peleamos— Kira se transformó completamente, sus ojos brillando dorados. —¡Vengan, bastardos de sombra!
Se lanzó hacia las criaturas, cuando sus garras conectaron con una sombra, esta se disipó momentáneamente antes de reformarse.
—¡No se quedan muertas!— Kira maldijo, esquivando otro ataque.
—Porque no están vivas —explicó Zara. —Son manifestaciones de oscuridad. Necesitamos luz para dispersarlas.
—¿Luz?— Dante miró alrededor. El Valle estaba sumido en oscuridad. —¿De dónde sacaremos luz aquí?
Luna cerró sus ojos, concentrándose. Sus manos comenzaron a brillar con luz lunar plateada. —De nosotros mismos.
Levantó sus manos y la luz explotó de ella, brillante e intensa. Las sombras re