Cinco años pasaron en preparación constante. Los niños ahora tenían trece años, ya no eran niños sino adolescentes en el umbral de la edad adulta.
Y el sello de Sombrael se había debilitado hasta el punto crítico.
—Tres meses— Zara anunció después de su última verificación mágica. —Tal vez cuatro. Después de eso, el sello colapsará completamente.
—¿Qué hay de los cultos? —Dante preguntó. Durante cinco años habían rastreado y eliminado docenas de células de adoradores de los Caídos, pero siempre surgían más.
—Neutralizamos al último grupo grande hace dos semanas —Adrian reportó. —Pero es como cortar cabezas de hidra. Más aparecen.
—No importa— Aria dijo pragmáticamente. —El daño está hecho. El sello fallará sin importar qué hagamos ahora.
Todos sabían lo que eso significaba. Era tiempo para la expedición final.
Dante reunió al equipo élite en la sala de consejo. No solo los cuatro adultos y cuatro adolescentes, sino también Adrian, Helena (quien había insistido en representar a los hum