Capítulo 8.
-Pueden ir a sus habitaciones el resto de ustedes...
-Me quedaré con mi hermana, gracias. - Dijo Zayn con la voz más dura que le había escuchado nunca.
Los adultos miraron al lobo blanco y éste solo asintió.
-Uh... bien. ¿Quiere que le prepare una habitación, Lobo Blanco?-Preguntó la tía Deb insegura.
Quizá fue solo mi impresión, pero me pareció que estaba sondeando cuánto tiempo se quedaría en su territorio.
-Le avisaré después de mi breve charla con la señorita Alina.
La voz del lobo era ronca y profunda.
Me puso la piel de gallina.
Zayn me dió una breve mirada que supuse era tranquilizadora antes de quedarnos a solas con el lobo.
-Estás temblando. - Dijo con lentitud. - ¿Tienes frío, pequeña?
Yo asentí brevemente aunque no fuera cierto.
Él cerró los ojos.
El aire a nuestro al rededor comenzó a levantarse en espirales ligeramente tibias que se fueron calentando poco a poco.
Mi hermano se tensó.
-¿Qué...?
-No preguntes, cachorro. A menos de que estés