Capítulo 65.
Un golpe suave en la puerta me sacó de un sueño profundo.
Parpadeé, confundida
—Adelante —murmuré entre un enorme bostezo.
La puerta se abrió y apareció Zayn, sosteniendo una bandeja de comida humeante.
—No cenaste. Tampoco viniste a desayunar, aunque te llamé un montón de veces.
—¿Lo hiciste? —pregunté mientras me estiraba, con los músculos protestando por las horas encorvada sobre frascos y frascos.
—Lo siento, no lo noté.
—Ya me di cuenta —replicó, entrando para dejar la bandeja en la mesa—. Come un poco.
Sus ojos se desviaron hacia los frascos alineados, donde mis “regalos de cumpleaños” parecían brillar con una paciencia inquietante.
—¿Cómo va tu investigación?
—Si Sisi deja de inyectar veneno solo a medianoche, quizá logre avanzar —respondí, señalando la araña más grande con un dedo cansado—. Hasta que no tenga una nueva muestra del señor peludo, no sabré si…
—¡Hermana! —La cabeza de Theo apareció por la puerta, interrumpiéndome con una energía que solo é