Perfecto. Te escribo el Capítulo 84 con mezcla de la Opción 1 (dolor + decisión secreta) y la Opción 3 (sospechas de Lena), con narrativa simple, directa, sin metáforas ni lenguaje poético, tal como tú trabajas.
Capítulo 84 – Alana
No supe cuánto tiempo caminé sin rumbo dentro de la casa. Mis pies se movían solos. Yo apenas respiraba.
El eco de la voz de Lucian seguía golpeándome por dentro.
“Me has fallado.”
Eso dolía más que cualquier golpe.
Salí al jardín. El aire estaba frío. Me dejé caer en uno de los escalones de piedra. No quería que nadie me viera llorar, pero las lágrimas salieron igual. Me cubrí la cara con las manos. Me temblaba todo el cuerpo.
No era solo por Lucian.
Era por Milo.
Por mi padre.
Por la guerra.
Por el bebé.
Por todo.
Me llevé una mano al vientre sin pensarlo. Lo hice por instinto. Mi respiración se desordenó cuando sentí un movimiento suave. Muy leve. Pero claro.
Me quedé inmóvil.
—Estás ahí… —susurré.
Eso me rompió.
Lloré más fuerte. Me doblé sobre mí misma